EDITORIAL

EL DERECHO

A LA RISA

La voz contra el postureo de Zoom y Webex

Comenzamos a reírnos pocos minutos después de nacer. Y continuamos haciéndolo, incluso, hasta en el lecho de muerte. No importa la cultura, el lugar o la clase social a la que se pertenece. La risa es un acto connatural de la raza humana.


Algunos historiadores y científicos sitúan su aparición hace siete millones de años, con los jadeos que los homínidos emitían al jugar. Pero hubo que esperar a que el ser humano lograra ponerse de pie para observar un avance importante. La posición erguida, ese proceso de intelectualización que duró millones de años, permitió las condiciones necesarias para la risa que hoy conocemos. En ese instante nació el humor, que sí evoluciona según el desarrollo de las sociedades. La línea entre ambos es muy fina, pero existe.


La risa y el humor continúan siendo un misterio. Abren nuestro cuerpo, permiten mostrar nuestra interioridad. Ambos son un buen indicador del óptimo desarrollo de una sociedad. Promueven la conciencia crítica. Nos emparejan con más fiabilidad que el Tinder o cualquier algoritmo. Quizá por ello, en todas las épocas, se ha pretendido condicionarlos, educarlos, controlarlos, limitarlos, prohibirlos.


El humor es, también, un oficio al que se dedican muchos de los socios y socias de SGAE: comediantes, dramaturgos, guionistas, monologuistas. cabareteros, músicos y, en fin, un tutti frutti de profesionales. Generar la risa en el otro no es cosa fácil: requiere de talento, inspiración, trabajo y, a menudo, inversión económica en proyectos empresariales impulsados por nuestros propios autores y autoras. SGAE quiere que ese esfuerzo se vea reconocido y reciba su justo salario. Así ha sido y será en el futuro.


Este número 6 de CULTURA REVISTA SGAE concede especial atención a la comedia. En nuestro reportaje de portada, Marita Alonso entrevista a cuatro valores significativos del humor actual en España: Alberto Casado y Rober Bodegas (o sea, Pantomima Full), Eva Soriano y Valeria Ros. Podemos disfrutarlos habitualmente en televisión, redes, radio o podcast y, desde luego, en los escenarios.


Son grandes cómicos, pero hay muchos más. Debemos agradecimiento máximo a José Mota; Andreu Buenafuente; Inés Hernand; Jorge y César Cadaval (Los Morancos); Silvia Abril; David Broncano; La Terremoto de Alcorcón; Carlos Blanco; Faemino y Cansado; Susi Caramelo; José Corbacho; Quico Cadaval; Coria Castillo; Ignatius Farray; Carles Sans, Joan Gràcia y Paco Mir (Tricicle); Nerea Pérez de las Heras; Eva Hache; David Amor; David Guapo; Llum Barrera; El Gran Wyoming; Leo Harlem; Soledad Mallol y Elena Martín (Las Virtudes); Ana Morgade; Goyo Jiménez; Ángel Martín; Cristina Medina; Virginia Riezu; Dani Mateo; Paz Padilla; Berto Romero; Luis Piedrahita; Yolanda Ramos; Quequé; Santi Rodríguez; Millán Salcedo y Josema Yuste (juntos o por separado); Santiago Segura y así hasta el infinito. Y a Joaquín Reyes, Raúl Cimas y toda la tropa manchega. Y a los grandes humoristas del otro lado del Atlántico: de Alexis Valdés a Les Luthiers o Godoy. Y a Chiquito de la Calzada y todos esos maestros y maestras que nunca dejarán de estar con nosotros.


Mientras, la guerra continúa en Ucrania, y este número lleva también una entrevista en vídeo con Anton Tymoshenko, monologuista que sigue trabajando en aquel país mientras pueda. A Tymoshenko lo hemos visto recientemente como invitado especial de David Letterman, pero esta vez ha querido atendernos a nosotros y le mandamos nuestro ánimo y nuestra admiración.


Ojalá disfrutes esta revista. Y, si por el camino sonríes, mejor todavía. ¡Al ataquer!