PORTADA (II)

NUEVO FOLCLORE

Karmento, Mondra y Verde Prato dan un meneo a la tradición, cada cual a su manera

POR TITO LESENDE

En la reciente edición de BIME en Bilbao, a poco que asistieses a media docena de mesas o conferencias, te llevabas una idea clara: la recuperación de nuestras raíces musicales es tendencia. No es algo nuevo; en los últimos años ha venido creciendo esa ola que ahora estalla en gigantesco espumarajo. Algunas personas sintieron El mal querer (2018) como un misil en el páncreas, si me perdonas la crudeza, pero hoy ya hemos superado el debate sobre Rosalía y el apropiacionismo cultural. También hemos asumido a Niño de Elche como propuesta flamenca por derecho y a Rodrigo Cuevas como neofolclorista de cabecera. Tanxugueiras han universalizado la lengua gallega y la lengua de las panderetas. Rozalén reivindicó su herencia musical con Matriz (2022). Y así muchos y muchas más.


En el ámbito latinoamericano, la música tradicional mexicana reina (y hace negocio). Por supuesto, géneros como la bachata dominicana o la cumbia colombiana explotaron nuevamente en este siglo gracias a la fusión con la urbana. Anuncian los expertos que, al menos en 2024 y 2025, seguirán saliendo (y gustando) propuestas vinculadas con los conceptos de raíz y territorio. Músicas locales con sonido global. Es una buena noticia para preservar la diversidad cultural.

Rozalén y Sílvia Pérez Cruz interpretan “Amor del bo”

El Estado español es un fabuloso tejido de identidades en convivencia. Si nos lees desde cualquier otra tierra, debes saber que Galicia tiene mucho y poco que ver con Andalucía, igual que Cataluña tiene poco y mucho que ver con Madrid. Cada Comunidad tiene sus propias tradiciones y folclorismos, que dan para bromas y a veces peleas, pero que, en lo musical, presentan conexiones básicas entre sí. Y también con otras nacionalidades a través de dos cauces fundamentales: el ecosistema mediterráneo y el corredor migratorio atlántico.


Abundan los talentos que, de un modo u otro, reciclan y menean el patrimonio musical de los diferentes territorios de España: Baiuca, Tarta Relena, Rocío Guzmán, Sílvia Pérez Cruz… A continuación tienes tres ejemplos representativos de recuperación de nuestras músicas de raíz. Karmento se ha reencontrado con la tradición manchega, mientras Mondra ha crecido reivindicando la gallega y Verde Prato integra el folclore vasco como un ingrediente más en su receta.

KARMENTO 

(Castilla-La Mancha)

Karmento es la personalidad artística de Carmen Toledo (Bogarra-Albacete, 1981). Esta cantautora manchega, que está a punto de publicar su tercer álbum, es autora de versos floridos y jugosos que nacen de la tierra y se disparan más allá de lo característico. “Folclore es contar a los pueblos y, para mí, hacer canciones es un modo de contribuir a esa narrativa”, resume. “Soy cantautora, ni siquiera tenía idea de que estaba abriendo esa puerta. Luego fui moldeándome con más consciencia y todo se fue definiendo, pero el folclore me encontró a mí y me controla más que yo a él”.


Nació en Bogarra, pero a los dos años su familia se trasladó a Albacete. De moza quiso moverse y viajó por ahí. Y luego, ya como Karmento, vio el reflejo popular de su música en la gente y retomó el contacto con sus orígenes. Este devenir (2020), su segundo disco, la puso en el disparadero y emprendió una gira que superó los 130 conciertos. Por el camino publicó “Quiero y duelo” (2022) y llegó a la final de Benidorm Fest, la eliminatoria española para el certamen Eurovisión. “Lo viví de un modo muy intuitivo. Creí que sería un espacio útil y enriquecedor, pero también sentí que “Quiero y duelo” se podía abrir paso entre otras propuestas, que podía conectar con la gente que quisiera un discurso de diversidad. Supongo que era importante que hubiera una canción que representara a nuestro folclore”.


Aquella proyección televisiva elevó a Karmento como voz de su tierra y llegaron los reconocimientos: Mayera de Honor por el Ayuntamiento Pedro Muñoz e Hija Predilecta de Castilla-La Mancha. “En La Mancha hay muchas identidades y no estaba en mi afán ser representante de nada”, dice ella. “Pero sí quería que el patrimonio manchego se viese en todo el país y la respuesta fue muy bonita y con mucho cariño. Es un regalo y un orgullo”.

Sobre el auge del neofolclore, afirma Karmento que “si algo vibra es porque se necesitaba esa vibración. Y viene de atrás, del flamenco fusionado, de Rosalía. Ahora no paran de aparecer proyectos de acercamiento al folclore de Galicia, Cataluña, Andalucía… Yo me siento conectada con Rodrigo Cuevas, Tanxugueiras y muchos más. El folclore español incluye muchísimos elementos y hay que explorarlo, hay mucho camino por recorrer”.


Por el momento, prepara la salida de su tercer álbum. “Se llamará La serrana, se publicará en febrero de 2024 y es un viaje a lo profundo de mis raíces, porque yo soy serrana, de la Sierra del Segura. Acabamos de sacar un doble single con “Fangos” y “La loca del pueblo”. Tengo ganas de que el disco salga ya, pero también tengo mis miedos, porque le he puesto trabajo e ilusión y soy miedosa. Ojalá la gente se identifique con lo que vamos a cantar ahora”.


Karmento estará en concierto en Madrid (23 de febrero), Barcelona (24 de febrero), Albacete (5 de abril), Zaragoza (10 de mayo), Sevilla (14 de junio), Málaga (15 de junio) y muchos otros lugares.

MONDRA 

(Galicia)

Martín Mondragón (Teo-A Coruña, 2000) es Mondra, la sensación del folclore renovado en Galicia. Se formó como bailador y despuntó como miembro de la compañía de Fran Sieira, que destaca por la modernización de la tradición gallega. Pero también estudió pandereta, piano y Comunicación Audiovisual. En 2023, Mondra estalló definitivamente en la escena gallega con una perspectiva inédita de la música de raíz, en alianza con el productor Berto Mira, y una propuesta escénica sin precedentes: coreografías, concepto y ritmo de espectáculo.


“Lo que está pasando alrededor de estas músicas y de las lenguas minorizadas es muy interesante”, dice Mondra. “Hay muchos artistas que se están expresando con los estilos y las lenguas del pueblo desde hace 30 años o más. Pero es la primera vez que, en diferentes territorios, algo así llega a las masas y podemos entrar en un mercado mainstream. Me identifico con esas músicas que vienen de la resistencia y de golpe llenan grandes salas. Como tenía que ser”.


En otoño de 2023, Mondra publicó Ardén. Este primer álbum conjuga coplas y melodías recogidas de la tradición oral con el sonido del pop urbano actual. Son canciones que hablan de amor y de tierra, pero también de salud mental y autocuidado. Su discurso es referencial para el colectivo LGTBIQ+. Pero, igual que Rodrigo Cuevas, Mondra canaliza su mensaje a través de la fiesta: “Todo tiene un tono de celebración, muy festivo, pero siempre de la mano del discurso. En Ardén hay un discurso profundamente asociado con nuestros problemas reales, políticos, sociales… Tiene que ver con un sentimiento de comunidad, rechazando el individualismo. Ciertos colectivos sociales reciben críticas y opresión y estas son mis vivencias, las de mi generación”.

Todo el planteamiento artístico de Mondra se materializa en A folía das ardentes, su espectáculo en vivo. Más que una simple puesta en escena, puede parecer por momentos un show de Beyoncé haciendo trad, un número de Bollywood o uno de esos musicales irlandeses que lo petan en todo el mundo occidental. “El directo es el centro del proyecto, a lo que doy más importancia. La música convive con otros mecanismos de expresión para trasladar un relato y un espacio de convivencia que llamamos Folía. Son muy importantes la coreografía y la dirección artística de Daniel Rodríguez”.


Pero, ¿cantar en gallego es un condicionante para llegar al gran público? “Tengo confianza en que no sea limitante”, dice Mondra, “pero no me cuestiono cambiar mi lengua por un alcance mayor. Si algún día canto algo en otras lenguas también será fantástico, pero lo haría por criterio artístico o político, nunca por ambición”.


Mondra adelanta que el espectáculo A folía das ardentes será el eje de su actividad en 2024. Ya se ha anunciado su presencia en el macrofestival Portamérica y habrá más: “Voy a girar mucho; habrá mucho festival y conciertos fuera de Galicia, en la Península y en Europa. También saldrán nuevas canciones, pero pertenecerán al mismo espíritu de Ardén. En breve anunciaré colaboraciones muy interesantes”.

VERDE PRATO 

(Euskadi)

Cuando Ana Arsuaga (Tolosa-Gipuzkoa, 1994) se pone la capa de artista se convierte en Verde Prato. La inquietud de esta creadora se expande como el aceite caliente: licenciada en Bellas Artes y con un máster en pintura, Arsuaga formó el grupo Serpiente y, sin dejar de expresarse en sus cuadros (es una magnífica retratista), consiguió con Verde Prato sublimar su personalidad musical.


Adoretua (2023) es su segundo álbum y el reflejo de una artista heterogénea. “Ahizpak” parece pop oscuro de los 80. “Su pelo” tiene una rítmica que sugiere patrones de reguetón. “Ez zinen” lleva un colchón electrónico de dub y, encima, realmente, la cadencia de las coplas populares. Pero ella no se ve representando al neofolclore vasco, ni lo busca de un modo consciente. “La tierra en sí misma es una influencia”, explica Ana, “y me gustan las formas tradicionales de construir una canción: la estructura, las técnicas silábicas. Me siento conectada desde el amor y desde un lazo emocional que viene de la infancia. Pero hay otras influencias en las que también me fijo mucho y no tienen nada que ver. No tengo el objetivo de renovar la tradición; solo quiero hacer música”.


En efecto, Verde Prato no es un proyecto directamente relacionado con el folclore viejo o nuevo, aunque el poso tradicional emerja en la cadencia de algunas canciones: “Los bertsolaris usan su voz y una puesta en escena muy sencilla, como yo, y quizá he bebido más de esas melodías que de las canciones populares. Pero, si tuviese que poner una etiqueta a lo que hago, sería arty. Me gusta ser ecléctica y en ese eclecticismo tiene sitio también el folclore, aunque no me gustaría que un solo elemento tiñese el conjunto”.

La propuesta de Verde Prato tiene un punto de carácter ambiental y otro punto electrónico. “En mi evolución hay algo complejo que tiene que ver con aprender a utilizar ciertos cacharros”, resume; “es un devenir muy orgánico”. Tan abierta es su perspectiva del folclore que Arsuaga ha adaptado también el repertorio de Kortatu, entre otros emblemas del rock radical vasco: “Es que el límite lo pones tú. El folclore puede ser ortodoxo, pero también Baiuca, Rodrigo Cuevas, Tanxugueiras, Kepa Junquera o Huntza”.


Aunque al principio pensó que su proyecto sería para salas, Verde Prato ha ido descubriendo su sitio en cualquier tipo de recinto. Se ha acostumbrado a tocar fuera de su Comunidad y también fuera de España. Pero, ¿cómo es la respuesta en Inglaterra, Suiza o Finlandia a canciones interpretadas, sobre todo, en euskera? “¡Funciona! Puede ser que vengan con cierta predisposición a una reacción muy bonita”, responde. “A mí también me pasa, como público, cuando estoy en lugares que no conozco. A una parte de la gente le emociona, incluso sin entender lo que estoy cantando”.


En 2024, Verde Prato va a tocar y girar y componer más material propio. “Hay planes en marcha”, promete, “y también una colaboración muy interesante para publicar un EP, probablemente en febrero”.

Fotografías

Mondra por Zeltia Iglesias

Karmento por Juan Pérez-Fajardo

Verde Prato por Sam Van den Heuvel (apertura) y Juan González Andrés (concierto)

Enlaces

Karmento

Mondra

Verde Prato


+ neofolclore con Tanxugueiras

En 2021, Tanxugueiras abanderó el gran salto de las músicas de raíz al escaparate pop. Formadas en la tradición del folclore gallego, estas tres mozas vistieron su propuesta de modernidad y el público las recibió con los brazos abiertos. Desde entonces han sido referencia para cientos de artistas y agrupaciones con sus pies en la tierra y su cabeza en el hiperespacio.


En CULTURA REVISTA SGAE Nº3 hablamos con ellas y ahora puedes recordarlo aquí


Nuevo folclore, la ‘playlist’

Esta lista de Emilio R. Cascajosa propone un puñado de creadores y creadoras capaces de agarrar su herencia y reciclarla con los códigos vigentes. Para que te la eches a los oídos y te pintes las raíces.

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TANIA LEÓN, XIX PREMIO TOMÁS LUIS DE VICTORIA

La compositora Tania León (La Habana, 1943) ha ganado el XIX Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, que convoca de forma bienal la Fundación SGAE. Establecida en Nueva York desde hace décadas, León es una prolífica creadora que ha recibido anteriormente reconocimientos como el Premio Pulitzer de Música 2021 o el Premio Kennedy Center Honors 2022. El Tomás Luis de Victoria, dotado con 20.000 euros, es considerado el galardón más importante a un compositor o compositora viva de la comunidad iberoamericana.


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