ESCENARIOS

DANSA VALÈNCIA

María José Mora es la directora artística de este festival, que se celebra del 13 al 21 de abril

POR OMAR KHAN

Tomar el pulso a la danza nacional parece el norte del festival Dansa València, una iniciativa del Institut Valencià de Cultura celebrando este año su trigésimo séptima edición con el apoyo de la Fundación SGAE. Este año, bajo el lema Dulce rugir, volverá a desplegar propuestas venidas de todo el país, con el ya acostumbrado guiño internacional, entre el 13 y el 21 de abril. Formatos grandes en teatros como el Principal o el TEM (Teatre El Musical), medianos en salas como el Teatro Rialto, La Mutant o Carme Teatre, danza en distintos espacios urbanos de la ciudad de Valencia y una propuesta místico-feminista en la Basílica de San Miguel de los Reyes servirán de marco a numerosas creaciones que son abordadas desde distintos modos y lenguajes de la danza actual, pero que a menudo coinciden en destacar los esfuerzos de seres encerrados y oprimidos por vencer la oscuridad y dejar entrar la luz. Es un signo de los tiempos.


“Lo que queremos poner en primer plano es la existencia de gestos e intenciones que, aunque parecen micro acciones de seres pequeños, son rugidos alimentando una energía feroz en un mundo de relaciones líquidas y miradas fugaces para proponernos un tiempo de sosiego que nos permita situar a la humanidad en el centro, mirarnos cuerpo a cuerpo”.


La que así reflexiona es María José Mora, ex bailarina de la compañía de nuevo flamenco Marea Danza y gestora cultural en ascenso, que llega a su tercer año como directora artística del festival Dansa València. Y a lo que se refiere es a la coincidencia (nada casual) en cartel de obras humanistas que son reflejo de la incertidumbre de nuestro tiempo.

María José Mora, fan del vinilo y directora de Dansa València

Con Mora hablamos del papel de este certamen en su contexto territorial, de la necesidad de colaboración entre instituciones, de la mejora de las condiciones de trabajo en este sector creativo y de su relación con el público habitual y también con el que no ve danza, dentro o fuera de las grandes ciudades. Continúa aquí:


Programar Dansa València supone ponerse al día con toda la danza que se está haciendo en España. ¿Cómo la percibes?

Creo que hay un buen momento de creación en España, aunque queda mucho por decir. Los artistas se renuevan, prueban otras vías, están en la búsqueda de su propia identidad. Pero hay que mejorar el apoyo y las ayudas desde la gestión, saber focalizar las necesidades, crear estrategias que sean capaces de sostenerse en el tiempo, fórmulas de apoyo al artista. 


¿Y la creación local?

La creación valenciana en estos tres años ha continuado evolucionando y quiero pensar que el festival ha sido partícipe de esa evolución, que hemos contribuido trayendo obras de muchos sitios y muy diversas tendencias, que hemos mostrado las corrientes europeas, la diversidad de formatos, lenguajes, artistas… Hemos estimulado el intercambio, la acogida de nuestros artistas fuera de la Comunidad y viceversa.

“Hay mucha generosidad por parte de los creadores consolidados hacia las nuevas generaciones” (María José Mora)

¿Cree que podemos hablar con propiedad de un movimiento valenciano de danza contemporánea?

No en el sentido de una estética o un modo que nos identifique. No hay una única visión artística. Pero hay un colectivo con mucha inquietud, con ganas de crear. Tenemos muchos artistas que en su momento se fueron y ahora tienen ganas de venir a crear aquí. Hay mucha generosidad por parte de los creadores consolidados hacia las nuevas generaciones. Es algo que noto.


¿Qué requisitos debe cumplir una agrupación local joven para verse programada en Dansa València?

Necesita tener un discurso propio y bien articulado en términos coreográficos, tener calidad técnica e interpretativa. Apoyamos artistas todavía emergentes pero que ya tienen algún recorrido. Hay creadores a los que hacemos seguimiento, que ya hemos programado, pero seguimos trayéndolos, acompañándolos y empujándolos hacia su consolidación. En este sentido puedo destacar a Inka Romani, con la que tenemos una relación que viene de lejos y estrena con nosotros este año Fandango reloaded; o Javier Hedrosa, que ahora presenta solo un work in progress, pero que lleva varios años vinculado al festival.

María José Mora, siempre atenta a la escena valenciana

Dansa València supone un chute de danza a la ciudad durante una semana. Pero, ¿cómo es la programación en la Comunidad durante el resto del año?

Escasa y muy limitada a Valencia capital. En la ciudad tenemos salas privadas que han sido muy sensibles a la danza, como Carme Teatre, La Inestable y ahora con fuerza La Mutant. Tenemos el TEM (Teatre El Musical), que da importancia a las artes vivas. Fuera, hay alguna actividad en Castellón o Alicante, pero la realidad es que tenemos una red fantástica de teatros públicos que empezó en los años ochenta, y que los municipios disponen de presupuestos para programar. Eso es una ventaja que estamos intentando aprovechar. 


¿Qué puede hacer Dansa València al respecto?

Siempre he creído que, aunque tiene lugar en la capital, el festival Dansa València debe impulsar la descentralización. Por eso hemos desarrollado el programa Impúls a la dansa, para estimular la programación y valoración de la danza en teatros de distintos municipios, que es una labor de todo el año con los programadores locales. Lo que hacemos es intentar abrirles la mirada. Les hacemos saber que no solamente se trata de programar espectáculos de danza, sino que hay distintas posibilidades de acoger y acompañar a los artistas, ofreciendo residencias, espacios para ensayar, programas de mediación… 


¿Con qué alianzas cuentas para estas estrategias que van más allá de la semana del festival? 

Hacemos trabajos conjuntos en Valencia con LaGranja y La Mutant, dirigidos a ofrecer recursos y ayudas a los creadores valencianos, apoyar a esos artistas que han dado sus primeros pasos pero que necesitan refuerzo, visibilización y continuidad. No se trata solamente de dinero, sino de acompañamiento y conexión con otras organizaciones y espacios que procuren que sus producciones sean sostenibles, que tengan largos períodos de exhibición y circulación, que sean un éxito. Queremos que la danza valenciana sea más visible, que salga de la Comunidad, que sea reconocida fuera. Vamos poco a poco, pero cada año tenemos el programa Nice to meet you, dedicado a un lugar que estimamos pueda ser propicio y factible para la circulación de las compañías valencianas. Este año hemos puesto el foco en el sur de Francia.

LO QUE TE OFRECE DANSA VALÈNCIA EN 2024

Taiat Dansa y Judith

Kor’sia, consolidada agrupación madrileña que dirige el tándem italiano Mattia Russo y Antonio de Rosa, llevará a Dansa València su nueva creación: Mont Ventou. Teniendo como excusa una célebre misiva de Petrarca, intenta convencernos de la necesidad de volver al ideal del hombre renacentista, que, pacífico, miraba y admiraba la naturaleza.


El colectivo valenciano Taiat, por su parte, presenta a una veintena de bailarinas que representan a una única mujer en Judith (2023), adaptación libre, optimista y feminista que reconvierte la Basílica de San Miguel de los Reyes en el castillo del espeluznante cuento de Barbazul, el que mataba a sus mujeres. Y con otra temática pero también apuntando a la luz, la joven agrupación navarra Led Silhouette estrena Halley, una creación a cuatro manos de Jon López y Martxel Rodríguez que, a la espera de un cometa, encierran a sus bailarines en un espacio que no les da nada de lo que quieren, lo que conduce a una desesperación que les obliga a agrietarlo y romperlo.


De esta necesidad de los artistas de hablar de nuestro entorno opresivo da cuenta Averno, la marcha inexorable hacia el infierno de Mario Bermúdez para su compañía Marcat Dance, de Jaén; también Supermedium, de la catalana Núria Guiu, que compara la vida de las brujas en sus aquelarres con actuales bailarinas intentando encontrar trabajo; o Roommates, de (LA)HORDE, que revisa otras danzas y otros miedos con el Ballet de Marsella, gran invitado internacional.

TODA ESPAÑA BAILA EN VALENCIA

Mario Bermúdez y Marcat Dance estarán en Dansa València 2024

Los años ochenta supusieron en España la adecuación de la danza a los modos y usos de las vanguardias europeas. La Comunidad Valenciana no fue indiferente. Crearon su Asociación de Profesionales de la Danza, surgió el Circuito Teatral Valenciano y se inauguró la Mostra Internacional de Mim a Sueca. 


En 1988 vio la luz el festival Dansa València, nacido en principio para apoyar y dar visibilidad a la danza local. Pero la carencia de un evento con carácter nacional cambió pronto la orientación: en los años noventa, DV era ya el referente más importante de la danza nacional, el lugar que reunía y aglutinaba lo mejor y más selecto de la actividad coreográfica de todo el país. Si querías saber lo que España bailaba, la visita a Valencia era obligatoria. Así se mantuvo durante años.

“Desde 2018, el festival ha venido creciendo hasta recuperar plenamente su esplendor, intenciones y lugar en la escena dancística nacional”

Pero, avanzado el siglo XXI, cuando llegó la gran crisis económica, el festival no supo adecuarse. Lejos de restricciones, austeridad y ajustes, que es lo que tocaba ante la emergencia, se quiso hacer más grande y, en una desacertada y ciega ambición, quiso nadar a contracorriente otorgándose un carácter internacional que fue en detrimento de la escena local. El fracaso debido a una errática dirección artística y las penurias económicas terminaron transformándolo en Temporada, lo que diluyó su efecto y pasó a ser poco más que un puñado de títulos insertados en la programación habitual de los teatros valencianos. Había muerto.


En 2018, un nuevo equipo, siempre bajo el amparo del Institut Valencià de Cultura, intentó volver a los orígenes con una edición piloto, modesta pero eficaz, que rápidamente volvió a ponerlo en la primera fila de los eventos nacionales de danza, quizá porque su vacío nunca se llenó con otro encuentro similar. Desde entonces ha venido creciendo, ahora sí, de manera coherente, hasta recuperar plenamente su esplendor, intenciones y lugar en la escena dancística nacional.

Firma invitada

Omar Khan es periodista y crítico de danza español nacido en Caracas, graduado en la Universidad Central de Venezuela y Máster en Periodismo en la Universidad Autónoma de Madrid. Especializado en danza desde hace más de veinte años, ha trabajado para la revista Por la danza, de la Asociación de Profesionales de la Danza de Madrid, y ha sido colaborador habitual del diario El País y otras publicaciones. Es fundador y director de susyQ, revista de danza, con diecisiete años de permanencia en el mercado español. También ha sido profesor en el Grado en Ciencias de la Danza de la Universidad Europea de Madrid y en el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila, de Madrid.


En CULTURA REVISTA SGAE nº9 firmó el estupendo reportaje de portada Danza en otoño.

Fotografías

María José Mora por Mercedes Herrán

Taiat Dansa por Juanmi Ponce

Mario Bermúdez (Marcat Dance) por Tania Cervián

Enlaces


Dansa València

+ danza

¿Has leído el reportaje sobre la compañía Kor’sia en CULTURA REVISTA SGAE nº7? Por si acaso, aquí lo tienes

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EXPO EN SGAE MADRID: ‘¿BAILAMOS?’

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) recorre los últimos 125 años de la historia de la danza en España en una exposición compuesta por más de doscientas obras de autores como Joan Miró, Antoni Tàpies, Rafael Alberti, Mariano Benlliure o Herminio Molero. La muestra se inscribe en la programación de actividades conmemorativas del 125 aniversario de SGAE y se podrá visitar hasta el 30 de abril de 2024 en la sede madrileña de la entidad (Palacio de Longoria. c/ Fernando VI, 4), de 16 a 21 horas. La entrada es gratuita.


La exposición ¿Bailamos? 125 años de danza en España ha sido comisariada por Maribel Sausor (responsable de Actividades Complementarias de SGAE) bajo el asesoramiento de Ibis Albizu (doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, profesora e investigadora experta en la relación entre filosofía y danza). Además, cuenta con la colaboración de diversos archivos, museos y fundaciones. El catálogo homenajea a bailarinas de leyenda, como Tórtola Valencia, Pastora Imperio o Antonia Mercé ‘La Argentina’, nacidas a finales del siglo XIX, junto a los más actuales referentes del baile español, como Jesús Carmona y Rocío Molina. Y así hasta casi una treintena de nuestros nombres más prestigiosos: Mariemma, Antonio Gades, Víctor Ullate,  Nacho Duato, Sol Picó, Rafael de Córdova y Antonio Najarro, entre otros.