FILIAS

QUERALT LAHOZ

Ecléctica, criminóloga y amante del riesgo artístico, la autora de “El alijo” anda de gira en un gran momento

POR ARANCHA MORENO

Su nombre significa «roca alta» en catalán. Y aquí la onomástica funciona, pues en la música de Queralt Lahoz confluyen la fuerza, el riesgo y la mirada con perspectiva. Así ha sido desde que irrumpió en solitario con el epé 2017 (2019), al que siguieron su debut en largo, Pureza (2021), y el epé Alto cielo (2023). En total, una veintena de canciones que ha defendido en escenarios nacionales e internacionales, girando también por Europa y Estados Unidos. Una autora de enorme proyección y talento que funde modernidad y tradición, jugueteando sin prejuicios con el rap, el bolero, la música urbana, la copla o la bachata, entre otros géneros. Todo forma parte del fascinante acantilado creativo de Queralt Lahoz, uno de los nombres más interesantes que ha germinado en la escena musical española el último lustro.


«Aprender a ser artista es aprender a comunicarte profundísimamente con tu verdad, y aprender a que esa verdad sea lo que salga fuera, no buscar nunca el atajo, no mentir». Son las primeras palabras que se oyen en “Origen”, la canción que abre Pureza. ¿Reflejan tu filosofía como artista?

Sí, cuando hice la intro quería buscar las frases adecuadas que hablasen de lo que yo quería expresar, dónde me había inspirado para hacer ese disco y sacar mi primer trabajo en solitario.


Y lo haces con declaraciones de Mayte Martín, Mercedes Sosa y Lola Flores. ¿Cómo te han influenciado las tres, artísticamente hablando?
Me decidí por ellas porque el mensaje era muy conciso, sintetizaba el concepto en pocas palabras. Una es el temperamento, que es Lola, que me representa bastante. Mercedes Sosa siempre me ha acompañado desde la parte poética, de la lucha, de lo social. Mayte es una cantaora increíble que representa el bolero y el flamenco como nadie y esa parte LGTBI con la que conecto, con la que muchas mujeres podemos sentirnos libres amando dentro de mundos tan cerrados como el flamenco.

“Mi familia escuchaba bastante flamenco, copla, bolero, rock andaluz. También rumba, como Los Chichos, Los Chunguitos, Las Grecas” (Queralt Lahoz)

Es inevitable sentir curiosidad por reconstruir tu viaje musical. ¿Qué sonaba en tu casa cuando eras niña?
Mi familia escuchaba bastante flamenco, copla, bolero, rock andaluz. También rumba, como Los Chichos, Los Chunguitos, Las Grecas, y mucha música actual. Cuando crecí llegaron el hip hop, la salsa… En mi casa siempre ha habido mucha diversidad y hemos sido muy abiertos a escuchar de todo.


¿De aquella diversidad viene el eclecticismo en tu propia música?
Totalmente. Yo he intentado siempre entenderlo todo. Cuando uno no juzga lo que escucha, disfruta y aprende mucho más. En la adolescencia hay que definirse más, por las tribus urbanas, pero los niños no seleccionan, se dejan llevar por lo que les gusta con total honestidad, y eso es lo que me pasa a mí con la música.


Dentro de esa mirada tan plural, ¿algún disco te explotó la cabeza como ningún otro?
Sí, Omega [1996], de Morente y Lagartija Nick. Siempre será un disco manantial.

Eres catalana, de Santa Coloma de Gramanet, pero de origen granadino. ¿Cómo te han marcado esas dos culturas, tan lejanas y a la vez tan entremezcladas?
Todos los barrios que han construido Barcelona son barrios de migración andaluza y extremeña, hay mucho del sur, por eso lo llaman “la otra Andalucía”. Yo me he criado en la Santa Coloma y la Barcelona de los noventa, donde había mucha fuerza andaluza y los andaluces querían conservar su identidad. Uno, cuando está fuera de casa, quiere conservar lo suyo, que no se pierda su cultura. Para mí han convivido siempre de la mano: mi nombre es catalán y mis costumbres andaluzas y catalanas. Mi familia se adaptó perfectamente a Barcelona y ha intentado formar parte de la cultura catalana, pero somos andaluces y en mi casa se ha escuchado a Carlos Cano [risas].


También estudiaste Criminología. No parece una carrera muy próxima al arte.
[Risas] No, pero sí hay un punto de inconformismo sobre cómo está creado el sistema educativo. Quería hacer algo que me aportase conocimientos que pudiera disfrutar durante los cuatro años de la carrera. Disfrutar del estudio, no tanto del fin como del camino en sí. 


Cuando empezaste en solitario simultaneabas tu proyecto con el dúo De la Carmela. ¿Qué poso queda de aquello?
Hará diez años que empecé con Daniel Felices, yo era una niña de 20 años. Fue un aprendizaje brutal, cantando para tres personas y para tres mil. Eso te enseña a valorar el oficio del artista y del artesano.  

QUERALT EN CONCIERTO

La gira Todo Se Puso Azul concluye en mayo de 2024. En ella, Queralt Lahoz muestra su propuesta desnuda, a guitarra y voz, para explicar al público el origen de sus canciones. El concierto se estructura en cuatro fases que van hiladas. “Intento no hablar mucho, acaso una vez por cada bloque”, asegura ella, “y así explico cómo he ido componiendo todos los temas y hacia dónde voy con mi nueva música”.


Continúa Lahoz: “Yo me he ido inventando a mí misma. Te puedes inspirar en muchas cosas, pero lo importante es seguir tu intuición e intentar crearte a ti, que es lo más difícil. La gente te dice que seas tú misma, pero eso es muy difícil en un mundo en el que te ponen muchos cánones y estereotipos. Yo, por suerte, voy un poco a mi bola y me permito disfrutar de lo que me gusta, independientemente de lo que se lleve. Dentro de los sonidos actuales, estoy en sintonía con mi voluntad, mi intuición y mi creatividad”.


Las últimas citas de esta gira acústica son en Madrid (11 de abril), Girona (13 de abril), La Vall d’Uixó-Castellón (28 de abril) y Pamplona (11 de mayo). Pero también podemos ver a Queralt Lahoz con toda su banda en Sevilla (26 de abril), Rivas-Vaciamadrid (14 de mayo) y, ya en temporada de verano, en macroeventos como Share Festival en Barcelona, Palencia Sonora, Bilbao BBK Live o Sonorama Ribera. Síguela en redes para no perderte ninguna fecha.

PUREZA EN LA MEZCLA

Tu primer álbum se llamó Pureza. ¿Qué significa eso para ti?
La pureza era presentarme al mundo de una forma muy inocente y muy humilde: de aquí vengo yo, con esto me gusta jugar, esta es mi honestidad. Comunicarme de esa manera, sin pretender hacer un proyecto comercial, sino algo personal y auténtico, que fluyese. También por molestar a los flamencos: la pureza son muchas más cosas que la ortodoxia [risas]. Me dejé llevar.


En tu canción “El tiroteo” hay un guiño al “Anda, jaleo” de Federico García Lorca. En Alto cielo está “No me salves”; ¿tiene alguna relación con el poema “No te salves”, de Mario Benedetti?

Totalmente, me inspiré en Benedetti. El tema nace de un tango. ¿Qué hay más uruguayo que Benedetti? Fui hilando y pensé que ese era el mensaje: no me salves. No quieras sacarme de este mundo que yo he elegido, no quieras hacer que no me atreva a vivir.


¿Todas tus canciones contienen un mensaje?
Intento que sí. Hay un tema que a lo mejor es puro disfrute, pero creo que todos tienen mensaje, unos más disfrazados que otros. Me gusta jugar con la retórica, con las formas poéticas.


¿Sin raíz no se llega a ningún lado?
Puedes llegar a algún lado con buenos mentores. La gente, cuanto menos sabe, es más fresca, pero para poder mantenerlo con conciencia hay que tener raíz, respeto, amor, investigar. Si no, se pierde y se devalúa.

FILIAS

VALERIA CASTRO

Cuando preguntamos a Queralt Lahoz qué nombre de la escena le resulta inspirador, cita sin titubear a Valeria Castro. Desde su debut Con cariño y con cuidado (2023), la autora y cantante de La Palma es una de las revelaciones más gozosas del panorama musical español. “Es una artista con una personalidad maravillosa, con una sensibilidad de otro nivel”, dice Queralt. “Valeria es una estrella. Siendo tan joven se ha atrevido a cantar bolero, a hacer una canción de raíz, a defender su tierra canaria. La admiro muchísimo, hay muy pocas artistas con tanta sensibilidad y tanto talento”.


¿Qué relación tienes con ella?
Yo he cantado mucho tiempo bolero y canción de raíz, por eso lo vi enseguida, al toque. Empezamos a hablar por las redes sociales, las dos nos escuchábamos mutuamente. Coincidimos en Madrid, en un concierto, estuvimos toda la noche juntas y desde entonces mantenemos el contacto. Es una amiga.


¿Qué conexiones encuentras entre vosotras?
Musicales y personales. Valeria tiene mucha intuición, opinamos muy parecido. Creo que nos une la forma de ver la música, de concebirla, de tratarla con amor. Es una persona realmente especial, muy potente y muy dulce al mismo tiempo. Siempre la recomiendo porque creo que habla el idioma de la música, cree tanto en su verdad que gusta a la gente.


¿te atrae la idea de compartir estudio o componer con ella?
Lo tenemos en mente, pero de momento no vamos a decir nada, hasta que no pase [risas].

LA PROYECCIÓN INTERNACIONAL

Hablemos de tu voz. ¿Surgió de forma natural o te ha costado encontrarla?
Creo que ha ido surgiendo sola. En mi adolescencia me comparaban con mucha gente, y me puse a estudiar mi voz, a buscarme a mí, y estoy muy feliz de haber tomado tantas clases y de hacerlo bien.


Sin establecer paralelismos con Rosalía, que sé que no es tu pretensión, ¿crees que ella abrió un camino interesante para las demás? ¿O fue la primera en triunfar por ese camino que quizá ya existía?
Creo que, para que una persona pueda representar todo eso, ha habido otras que han hecho una investigación previa. Pasa en todas las vertientes y escuelas. Hay muchos artistas que han hecho que la electrónica y el flamenco se unan, desde el propio Morente hasta Fuel Fandango. Rosalía tiene una frescura maravillosa, es una reina, tiene una creatividad increíble, es una artistaza. Ha sabido hacerlo muy bien y mostrarle al mundo todo ese imaginario. Ha sido una muy buena representante que ha dado voz y ha ayudado a que salgan otras muchas personas. 


Acabas de llegar de México y has girado por escenarios de Rumanía, Francia, Alemania, Estados Unidos… ¿Cómo se entiende tu propuesta fuera de España?
Muy bien. En Estados Unidos y Londres están muy avanzados. Hasta en Rumanía han flipado, bailando bajo la lluvia, tarareando las canciones. La música no tiene fronteras ni una lengua, es universal. Puedes no entender nada y bailarlo, llorarlo y gozarlo.

Firma invitada

Arancha Moreno (Madrid, 1981), autora de esta entrevista, es codirectora de la revista Efeeme.com y coordinadora de los Cuadernos Efe Eme. Colabora en el programa Sofá Sonoro de Cadena SER y en la revista alemana Ecos, entre otros medios. Fue responsable de Cultura de Gaceta.es, colaboradora del diario El País y del programa Hoy por Hoy (Cadena SER). Además, es autora de los libros Iván Ferreiro. 30 canciones para el tiempo y la distancia (Efe Eme, 2017), Coque Malla. Sueños, gigantes y astronautas (Efe Eme, 2019), Conversaciones con José Ignacio Lapido (Efe Eme, 2021) y Quique González: conversaciones (Efe Eme, 2022).


No te pierdas su entrevista a Travis Birds en CULTURA REVISTA SGAE nº10.


Fotografías

Queralt Lahoz por Inti Gajardo

Valeria Castro cedida por Warner Music Spain

Enlaces

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