AHORA MISMO

DEPRESIÓN SONORA

Marcos Crespo regresa con un flamante álbum que recupera la impronta del pop decadente de los 80

POR EMILIO R. CASCAJOSA

Desempleo, antropoceno, conflicto bélico, neofascismo, posverdad... La actualidad se antoja regulera y quizás por eso no dejamos de mirar al pasado. La falta de perspectiva futura ha destapado un desfase con el presente articulado en una suerte de nostalgia de lo no vivido que parece haberse instaurado para quedarse. A esto tendríamos que sumarle una desazón pospandémica que nos lleva empujando desde hace años a consumir todo tipo de experiencias como si no hubiera un mañana.


Paradójicamente, esta angustia generacional, fruto de una transferencia de la ilusión hacia el cinismo, ha posibilitado a una generación de jóvenes compositores y compositoras dar un salto más allá del establishment para reclamar su propio espacio. Es el caso de Carolina Durante, Juicy Bae, Yerai Cortés, Alcalá Norte, María José Llergo, Arde Bogotá o Marcos Crespo, este último un joven vallecano nacido en el 97 que bien podría representar el espíritu de unos tiempos dominados por reels y trends de Instagram.

Marcos Crespo, anti estrella del bedroom pop

Conocido en redes sociales como @markusiano, Crespo es un músico autodidacta, nativo digital y fan de Kurt Cobain que un día vio cómo aquel puñado de historias intimistas, que compuso con una caja de ritmos y una guitarra destartalada, comenzaban a permear en las playlists de moda justo en mitad de una pandemia mundial. “Dentro del caos que vivíamos, lo recuerdo como una buena época”, comenta el madrileño. “Me sentí por un tiempo liberado de muchas cargas. Justo estaba acabando la universidad y un mes antes había dejado el trabajo por las pobres condiciones que me ofrecían”.


Depresión Sonora es el proyecto musical del autor de “Ya no hay verano”, himno instantáneo para un puñado de jóvenes que, durante el confinamiento, desarrollaron sus filias y sus fobias en el postureo, la hiperproductividad y la precariedad económica. Su regreso con Los perros no entienden Internet (…y yo no entiendo de sentimientos) (Sonido Muchacho, 2025) propone un giro de 180 grados para un compositor que ahora homenajea a quienes no se reconocen a través de una pantalla. “Mi forma de escribir es en mi casa en soledad. Todo lo que haga fuera de eso no es Depresión Sonora”. Hablamos con Marcos Crespo sobre nostalgia, perros, no futuro y su nuevo disco conceptual, “otra bomba en el centro de Madrid”.

“Ya no hay verano”, himno de la generación confinada

Estás publicando tu segundo álbum yme consta que te cuestan las labores de promo. “Me han chupado la vida hoy” es una frase que te he leído en el pasado y, también, que en tu música está todo lo que tienes que contar sobre ti.

Cuando escribo intento no pensar en el público, quiero escribir para mí. Pretendo seguir haciendo música que salga de dentro para que, una vez fuera, encuentre su propio camino. Si lo pienso más de la cuenta sí que me puede dar cierta vergüenza, pero qué más da, no soy nadie relevante. Creo que expresarme con sinceridad puede hacer más bien que mal al mundo.


Este disco es impecable y tiene una producción magnífica. ¿Cómo llevas la exposición ahora?

Gracias por el elogio. Pues de momento tranquilo y más entrenado en este curioso arte de la promoción.


Te imagino hace cinco años encerrado en tu cuarto, en pleno confinamiento, construyendo historias para compartirlas en redes. Te convertiste en voz generacional para un buen puñado de personas.

De repente tenía tiempo para gastar de la manera que yo quisiera. Tiempo para pensar, para jugar, para leer, para hablar con amigos, para vivir un poco más lento y tranquilo. En ese momento surge la creatividad y salen las ideas, el querer contar algo. Esos meses estuve haciendo muchísima música, no solo lo relacionado con Depresión Sonora.

“Domingo químico”, perfecta canción pop intoxicada

Luego trascendiste esa escena de internet y tu progresión te ha llevado a actuar en festivales como Coachella o Cruel World.

De estos años han salido anécdotas muy divertidas, de todos estos viajes. También muchos aprendizajes sobre el oficio y nuevas amistades. Sin embargo, donde más ilusión me haría tocar es en las fiestas de Villa de Vallecas o en las de Puente de Vallecas. Te hablo de poder verme triunfando donde crecí.


Sin embargo, todavía pocos de tus coetáneos han girado por EE UU y LATAM.

Podría asegurar que es una aventura no apta para todo el mundo. Es duro estar tanto tiempo fuera de casa, comiendo y durmiendo poco y, sobre todo, echando de menos. Pierdes el contacto con tu cotidianidad, con tu familia, tu perro y tus amigos. Nos ha costado dos o tres giras aprender a llevarlo bien. Donde más he tocado ha sido en España. Tampoco espero que cambie esta situación. Ojalá todo crezca por igual en todo el mundo y pueda seguir haciendo de esta mi forma de vida. Creo que mis referencias calan más en Latinoamérica, donde hay más tradición de este tipo de sonidos. Confío en que la gente eduque el oído con el tiempo y admita nuevas fórmulas.

Depresión Sonora petándolo en Coachella 2024

¿Hasta qué punto te costó abandonar esa área de confort anclada en internet para entrar en otra liga más analógica, estructurada sobre mecanismos promocionales propios de la industria predigital?

Creo que nada. Estaba deseando poder tocar en directo y llevar un paso más allá el proyecto. Siempre me ha gustado mucho la parte técnica y creativa de los conciertos. Hacer algo que te gusta no cuesta. La parte promocional quizás sea la más aburrida.


El arte de morir muy despacio (2022)fue un disco conceptual dividido en capítulos en el que reflexionabas sobre la existencia tirando de la cotidianidad. ¿Cómo ves ahora aquel debut, canciones como “Bienvenido al caos” o “Fumando en mi funeral”?

Lo veo con cariño e inocencia. Es el reflejo del Marcos de hace unos años. Ya no estoy ahí, pero me hace entender de dónde vengo y a dónde quiero ir. Sigo con algunas de aquellas preguntas todavía rondándome la cabeza y sin embargo otras ya me parecen cosa del pasado.

“Dónde están mis amigos”, aprendiendo el arte de morir despacio

Luego regresaste con MAKINAVAJA (2024), un EP más ligero, menos trascendental y con un componente pop inmediato.

Fue el resultado de querer experimentar en medio del caos. Entre giras largas pierdes un poco la identidad, pero absorbes mucho de tu alrededor. En ese EP creo que se demuestra. Como dices, son canciones menos trascendentales. Es algo que me arrepiento de haber perdido y que con este nuevo disco siento que vuelve de una manera más madura.

“Estupefacientes”, estallido de cotidianeidad melancólica

ÁLBUM DE INSPIRACIÓN CANINA

Los perros no entienden Internet (…y yo no entiendo de sentimientos) es el segundo álbum de Depresión Sonora, publicado a finales de octubre de 2025. Está inspirado, dice su autor, en su perro y en el fastidio de ser alguien en internet. “Este disco supone una búsqueda de identidad, de una nueva emocionalidad”, explica Crespo. “Observar el comportamiento de los perros es la vía de escape de la red. No estamos hechos para estar tan expuestos y eso tiene consecuencias. Creo que la parte más dura es la perdida de la intimidad, sentir que todo tiene que ser un producto en tu vida que debes vender a cambio de unos likes. Vendemos nuestro tiempo y nuestra atención, un poco barato, quizás”.


¿Y no te resulta paradójico señalar la falta de intimidad y la exposición digital como un lastre endémico de Internet cuando, en el fondo, ya somos fruto de ese contexto?

También somos fruto de las guerras, la crisis y otros desastres. Sigo observando hacia dónde nos lleva todo eso, pero confío en que las cosas se pondrán en su sitio. Para construir, primero hay de destruir lo que ya existe.

“Cómo será vivir en el campo”, una declaración de intenciones

¿Piensas, como nativo digital, que las generaciones anteriores a la tuya somos en cierto modo responsables de esta forma de vida neurótica a la que estamos abocados?

A nivel individual no. Somos fruto de nuestro contexto. ¿Qué culpa tienen mis padres o abuelos de haberse buscado la vida como han podido? Vengo de una familia obrera. Pero como generación sí que habría más que reprochar, el hecho de vernos con menos posibilidades tras la falsa esperanza que nos han vendido desde niños. No me puedo mudar de casa, me toca ver a amigos pasando malos momentos, atascados en la vida por la falta de oportunidades. Es duro ver el contexto actual y lo dormidos que estamos. No existe la contracultura, lo único que queda es moda y dejarse llevar por la corriente.

“Siempre he consumido discos en su conjunto, así me lo enseñó YouTube cuando empecé a indagar más en la música” (Marcos Crespo)

Este álbum vuelve a tener un concepto. Son doce canciones, nada menos.

Siempre he consumido discos en su conjunto, así me lo enseñó YouTube cuando empecé a indagar más en la música. Ir más allá de la canción y ofrecer algo más completo hace que sea mucho más sólida la propuesta y te permite transmitir de manera menos concentrada el mensaje. Es para aquella gente dispuesta a apreciar más los detalles y disfrutar con más intensidad.


Escribes y cantas “vende tu tiempo para comprar más tiempo”. ¿Te agota esta mercadotecnia neoliberal?

¿A quién no? Quien diga lo contrario sin estar lucrándose de ello, miente.


Aunque tus nuevas letras tienen cierto regusto generacional, luces maduro como compositor. ¿Qué factores te han ayudado a alcanzar este nivel?

La ambición artística. No quiero quedarme atascado. Pretendo ser como aquellos que me han influenciado para estar aquí haciendo música. No hago esto por dinero ni por exposición, compongo por necesidad. Hay que rodearse de buenos artistas y en este caso el que me ha ayudado a elevar el álbum a otro nivel es Harto Rodríguez, que ha hecho de coproductor.

“Me va la vida en esto”, cuando todo lo que quieres arde en el fuego

Entre tus influencias musicales citas a Deftones, una banda con un sonido mucho más rocoso e impetuoso que el tuyo.

También he pasado hoy media tarde escuchando a Django Reinhardt y soy un fanático de la electrónica. A veces siento que podría estar haciendo música completamente diferente y sería igual de feliz con ello.


No utilizas el Auto-Tune con conciencia de clase ni te podríamos adscribir al género urbano. ¿Te sientes conectado con esta sensibilidad que impera en el pop actual?

Creo que atiendo a valores muy actuales. No diría que hago música urbana porque no trato los mismos temas ni compongo de la misma manera. Tampoco tengo un sonido cercano. Lo que sí soy es contemporáneo a toda esa música porque inevitablemente compartimos contexto.


Me consta que aprendiste técnicamente sobre música en internet, usando tutoriales y vídeos. ¿Te has sentido condicionado por el do it yourself y el lo-fi de tus comienzos?

Fui a clases de música durante muchos años. Todo lo que tenga que ver con producción y grabación sí que ha sido por mi cuenta. Es un camino difícil y pienso que la única forma de avanzar es siendo un apasionado de lo que haces. No me siento condicionado en absoluto, el sonido ha ido cambiando. Lo que sí soy es un fanático de lo lo-fi y de todo lo que no suene de manera convencional.


¿Y sigues pensando que ya no hay verano?

Lo sigo creyendo, desde luego. Esa canción es una oda a ese tiempo perdido y tan añorado que era el verano en la infancia.

Fotografías

Quieto Carlos (reportaje)

P. Rodríguez (Coachella 2024)

Enlaces


Depresión Sonora

Marcos Crespo

!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

FUNDACIÓN SGAE EN MONKEY WEEK 2025

Suntracks en Monkey Week 2024

(Foto: Javier de la Rosa)

La Fundación SGAE participa un año más en el festival y feria profesional Monkey Week SON Estrella Galicia 2025, que se celebra en El Puerto de Santa María (Cádiz) del 19 al 22 de noviembre. La actividad se resume en dos objetivos: favorecer el intercambio entre la música española y la industria audiovisual internacional y apoyar a los nuevos talentos de nuestra escena musical independiente.


Así, la entidad estará presente en el cartel de conciertos a través del Escenario Fundación SGAE, donde actuará, entre otros artistas emergentes, el uruguayo Gonzalo Brancciari, seleccionado en el programa de intercambio Interautor Música 2025. Pero la Fundación SGAE también participará en el otro gran eje de este evento: las jornadas profesionales Monkey PRO, donde se desarrollará el programa de audiciones Suntracks y una mesa redonda sobre jóvenes productores y productoras nacionales.


Consulta aquí toda la info