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¿PARA QUÉ SIRVEN LOS DISCOS?

En un ecosistema musical acelerado, dominado por algoritmos y ‘playlists’, buscamos el sentido de seguir produciendo álbumes

POR EMILIO R. CASCAJOSA

Hace años que se lleva cacareando el supuesto final definitivo del álbum tal y como lo veníamos conociendo. Ojo: a lo largo de este texto aludimos siempre al disco como obra nueva y cohesionada, colección de canciones empaquetadas con una visión artística o comercial en conjunto y diseñada para ser escuchada en una determinada secuencia. Este concepto no distingue entre formatos físicos o digitales, dejémoslo claro de inicio, porque a todos nos referimos. 


En los últimos tiempos nos hemos hartado de oír frases como “ahora se llevan los singles, como en los 50” o “los discos ya no sirven para nada”. Es cierto que la consolidación del streaming como fórmula mayoritaria de consumo activó una tendencia poco favorecedora para la supervivencia del álbum: la playlist, esa combinación de engagement digital, curaduría de editores y funciones algorítmicas. Así que la canción (o track, si lo prefieres) se ha vuelto la unidad de valor estratégico dominante. Pero, aunque menos, todavía siguen produciéndose discos con la misma filosofía de siempre. ¿Por qué? ¿Qué vigencia tiene este formato clásico dentro del panorama actual?


Carlos López Casany lidera el área de negocio digital en Sony España. Para este experto, álbum y playlist son conceptos totalmente compatibles. “Creo que la vigencia del disco no ha cambiado con la digitalización”, comenta. “Es cierto que han aparecido otros formatos de consumo y otras maneras de comunicarse con la audiencia a través de la música. Sin embargo, el álbum, como colección de canciones, sigue siendo una de las herramientas más eficaces para transmitir la obra de un artista. Es un formato perfecto para expresar el concepto que ha trabajado el autor, y eso es algo inmutable e independiente del medio en el que escuches o descubras la propuesta. Es más, el contexto actual permite incluso dar mayor profundidad a ese discurso”. 

Saiko llegó al nº1 en España con Sakura (2024), un álbum autoproducido

Marina Mánica, COO de Larrosa Music Group, tiene un currículo vinculado al desarrollo de productos en YouTube y Spotify. Para ella, el formato largo todavía mantiene capacidad para imponerse como eje de una carrera musical. “Vivimos en una era en la que las audiencias parecen buscar éxitos rápidos, fáciles de digerir. Y, si vienen acompañados de una coreografía pegajosa, mucho mejor”, comenta esta experta en marketing digital. “No es de extrañar que el single se haya consolidado como rey del formato musical actual. Sin embargo, en estos últimos tiempos, el álbum como concepto ha encontrado su manera de sobresalir”.


Inevitablemente, ambas realidades, la del disco y la de las playlists, atienden a necesidades diferentes. “Escuchar un álbum es un acto más ligado al interés por un artista concreto y lo que este quiere contarnos”, apunta Casany. “La escucha de una playlist responde a otras necesidades, y en su mayoría es un formato multi artista que acompaña a una experiencia concreta. Creo que sería como comparar escuchar la radio en el coche con disfrutar el nuevo disco de tu artista favorito en tu casa”. 

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS DISCOS?

¿Qué puede aportar el álbum a la nueva industria musical, erigida sobre la urgencia en el consumo? Marina Mánica lo tiene claro. “Para empezar, permite a los artistas explorar temas más profundos y personales. Hay una riqueza narrativa que se despliega a lo largo de las pistas, creando una conexión más íntima y significativa con quienes escuchan. Muchos álbumes, más que colecciones de canciones, son declaraciones artísticas, muchas veces aclamadas por la crítica y con un impacto cultural que va más allá de las listas de éxitos. De alguna manera, crean un diálogo continuo entre el creador y su fandom, uno que perdura más allá del momento fugaz de colar un single en los charts”.

El álbum Cowboys de la A3 (2023), de Arde Bogotá, es todo un éxito en el escaparate rock en España que ha conectado profundamente con la base de fans del grupo

Con la infoxicación que ha desatado la transformación digital del ocio y la cultura, se ha impuesto otra tendencia entre los artistas: lanzar canciones sueltas como si no hubiese un mañana. Este fenómeno se ha desbocado durante las últimas temporadas, sobre todo en el mainstream y sumado a la instauración del featuring (colaboraciones entre artistas) como estrategia para ampliar audiencias. Rosalía lo ha estado haciendo continuamente durante este último lustro y ya cuenta con todo un rosario de hitazos en formato single, algunos editados en solitario y otros junto a estrellas del nivel The Weeknd, Björk, Bad Bunny, J Balvin o James Blake. Pero la carrera de la diva del Baix Llobregat no ha dejado de pivotar alrededor de discos completos como El mal querer (2018) o Motomami (2022), alejados de la lógica de consumo de gran parte de sus fans, más basada en la inmediatez y la fragmentación de la oferta. 

Motomami, un disco conceptual de 16 cortes adaptado a un live para TikTok 

Este no es el único caso sonado nacido en España. C. Tangana rompió todas las expectativas asociadas a la escena de la que provenía con otro álbum conceptual: El Madrileño, que se presentó a principios de 2021 y se promocionó en todo el mundo con la gira Sin Cantar Ni Afinar Tour. El autor lanzó en octubre de 2020 un sencillo de adelanto, “Demasiadas mujeres”, y un mes más tarde “Tú me dejaste de querer”, junto a La Húngara y Niño de Elche (nº1 en Los 40 en enero de 2021). El disco completo, físico y digital, salió el 26 de febrero de 2021, con la resaca de la pandemia y el fenómeno home studio en plena efervescencia. Alcanzó el nº1 en los debuts de álbumes de aquella semana en Spotify, siendo el primer disco español en conseguirlo. “Una canción es como un cuadro y un disco es como exponer tu obra en una galería”, comentaba recientemente Feid en una entrevista con La Vanguardia. “Las dos cosas son válidas, pero para un artista es una satisfacción poder transmitir su visión artística completa”, sentenció el rapero colombiano.

 

Atención: en la siguiente página hablamos con Leo Rizzi, Hinds y Carlangas, tres de los artistas que publican álbum en otoño de 2024

MÁS MÚSICA QUE NUNCA

Entonces, ¿quién dijo que el álbum estaba condenado a desaparecer entre las nuevas generaciones? Hay opiniones para todos los gustos y existen datos que lo corroboran. Según un estudio avalado por Ditto Music, en los últimos cinco años el número de lanzamientos de discos ha experimentado una caída constante. Dice la conocida distribuidora digital que la popularidad de los álbumes completos se ha visto reducida considerablemente, mientras crecía la de los sencillos y los EP. Para Ditto, es precisamente el EP, un formato de 4 a 6 canciones, el modelo oficialmente en alza, porque son ideales para que los artistas incipientes puedan crear audiencia exponiendo una pequeña muestra de lo que hacen. 


Nos encontramos en el momento de la historia en el que más música se está grabando, produciendo y editando, llegando a los más de 100.000 lanzamientos diarios actuales en plataformas como Spotify. Aunque parte de esta oferta de contenido es ruido blanco, temas sin melodía ni letra, estas cifras suponen muchas canciones. Lucian Grainge, presidente y CEO de Universal Music Group, comentó recientemente que “desde cualquier punto de vista, este exceso de oferta, ya sea creado por IA o no, es malo para los artistas, para los fans y para las mismas plataformas”. ¿Tiene sentido, por lo tanto, plantear el lanzamiento de un álbum para posicionar una colección de canciones dentro de este maremágnum de novedades, inabarcable ni teniendo siete vidas?  

“Tú me dejaste de querer” (206 M de visualizaciones en YouTube) anticipó el lanzamiento del disco El Madrileño, de C. Tangana

“Hay mucha homogenización creativa, demasiada gente que hace exactamente lo mismo y gente que responde igual. Me pregunto, ¿dónde está la diversidad aquí?”, apunta Frankie Pizá, CCO en GUZZU, primer marketplace de segunda generación de NFT a nivel mundial. Desde esta comunidad musical 3.0, Frankie lleva años apostando por una alternativa o complemento al álbum clásico mediante el uso de assets digitales capaces de aportar contenido extra. Este modelo basado en merchandising digital se dirige especialmente a los denominados superfans, que son más que simples consumidores, ya que ejercen de verdaderos evangelistas de las obras de sus artistas favoritos. En un entorno tan saturado por la oferta diaria, la monetización del fervor de los fans está en pleno auge. Inevitablemente, las plataformas ya han respondido al fenómeno ofreciendo modelos de suscripción súper premium, pero sigue habiendo artistas que prefieren propuestas menos fagocitadoras.


“Antes los músicos ganaban mucho más con las grabaciones”, apunta Frankie Pizá. “Pero ahora se ven obligados a tocar más en directo y a generar continuamente contenido en redes para captar atención. Siempre habrá una resistencia a esto, autores dispuestos a ofrecer obras menos inmediatas, porque hay un sector de público que demanda una desconexión del mundo digital. Pero luego lo mayoritario se va expandiendo. Está sucediendo por ejemplo en la escena hip-hop, con el mumble y el rage rap, todas estas nuevas corrientes que se han fraguado en plataformas como Soundcloud. La gran movida del rap ahora mismo son chavales que hacen tracks a base de loops de 90 segundos, ese es su límite y su ventana al mundo”. 


¿Y por qué hablar precisamente ahora del álbum como formato? “En un mercado saturado de contenido, los artistas buscan nuevas formas de destacar”, apunta Marina Mánica. “Un disco es el inicio de una narrativa más amplia que puede incluir vídeos, shows temáticos e incluso giras con un concepto unificado. Este enfoque integral no solo fortalece la obra, sino que también demanda una estrategia de marketing meditada, donde cada pieza encaja en un todo coherente. Las plataformas de streaming no han sido ajenas a esta tendencia. Spotify, por ejemplo, ha lanzado herramientas como la cuenta regresiva, que mantiene viva la anticipación mientras el fandom espera el lanzamiento del álbum. Y Apple Music, al publicar su listado de los 100 mejores álbumes de la historia, subraya la importancia continua de este formato en nuestra cultura musical”.

El mallorquín Rels B publicó este año A new star (1 9 9 3), disco de oro en España

ÁLBUMES QUE VERTEBRAN CARRERAS

Si eres un artista autogestionado, como Esteban Ruiz (I Am Dive), las suspicacias pueden saltar al primer plano: “La música no está en el centro de esta conversación. O, dicho de otro modo, la industria musical hace mucho que no va de música, y quienes sólo tenemos música que ofrecer en este esquema tenemos que reposicionarnos mentalmente para sobrevivir”, comenta el CEO de We Are Wolves Records. “Publicar los discos poco a poco, single a single, es una buena estrategia en estos tiempos. Pensar que esto contribuye de forma orgánica y significativa a que tus métricas en DSP crezcan es quizás un poco ingenuo, pero desde luego no contraproducente. ¡Es otra forma de alimentar a la bestia! Pero al final creo que el formato que realmente vertebra tu carrera es el disco, y tampoco creo que esto sea una afirmación disruptiva, es que siempre ha sido así. Para mí y para la escena independiente a la que pertenezco, la vida como artista se ordena en álbumes”. 


Volvamos a la pregunta clave: ¿quién dijo que el single mató al álbum? “No se puede afirmar que la grabación larga esté tocada de muerte. En absoluto. Y no solo porque siga siendo el ítem idóneo para que los medios te entrevisten o para dar pie a una gira”, afirmaba el periodista Jordi Bianciotto en un artículo reciente publicado en El Periódico. “El caso de Taylor Swift es el más palmario, ya que han tenido que ser sus discos más alejados del canon comercial tradicional (Folclore, Nevermore y Midnights) los que la han terminado de encumbrar como estrella global. Lo que no consiguió un disco tan súper pop como Lover, con su ristra de singles canónicos, lo ha logrado esta secuencia de piezas intimistas”, sentenciaba Bianciotto en su tribuna.

“Fortnight” es el tema de apertura del álbum The Tortured Poets Department (2024), superventas mundial que Taylor Swift ha publicado en diversas versiones físicas y digitales

Marina Mánica, de Larrosa Music Group, coincide: “El resurgimiento de los álbumes conceptuales es, quizás, una señal de que la música como arte está reclamando su espacio en un mundo de consumo rápido. No es fácil en un mercado que pide resultados inmediatos, pero si algo nos ha demostrado C. Tangana con El Madrileño es que un álbum conceptual bien ejecutado puede tener un poder duradero. Tres años después de su lanzamiento seguimos hablando de él; una prueba de que, a veces, lo que más vale la pena no es lo más rápido ni lo más fácil, sino lo que nos toca de manera más profunda”.

LOS DISCOS TAMBIÉN SE VENDEN


Derby Motoreta’s Burrito Kachimba se apoyan en sus álbumes para dar el salto a América. Foto: Anne Roig

La noticia saltó la pasada primavera: la banda sevillana Derby Motoreta’s Burrito Kachimba conseguía posicionarse en el nº1 de la lista de álbumes más vendidos en España. Lo logró con su todavía flamante tercera obra, Bolsa amarilla y piedra potente (2024), desbancando a Beyoncé. Incluso llegaron a puentear con su colección de doce canciones a discos punteros como Las mujeres ya no lloran (2024), de Shakira, o el celebrado Fireworks & rollerblades (2024), primer trabajo largo del artista del momento en TikTok, Benson Boone. 


Unos 75.000 oyentes mensuales en Spotify avalan a los creadores de la kinkidelia, pero este registro no justifica cómo DMBK consiguieron pasar eventualmente por encima de Quevedo, Bad Bunny o Bad Gyal en ventas de discos. “Sacamos una conclusión clara de todo esto y es que nuestros números son reales. Aunque no lo petamos en redes ni tenemos unas cifras astronómicas en Spotify, sí existe una correlación directa con el retorno que tenemos. No somos la típica banda con un millón de seguidores que luego no es capaz de vender suficientes discos físicos o digitales, petar una sala o vender su merchan”, comenta Dani Escortell, bajista del grupo. “Fue una sorpresa”, prosigue Miguel García, vocalista y líder espiritual. “Como nos movemos en un panorama en el que no es fácil vender álbumes, generar un revulsivo así nos dio un subidón”.

EL TAMAÑO SÍ QUE IMPORTA

Este otoño estrenan sus nuevos discos en el escaparate español talentos tan diversos como Dani Fernandez, Agoney, Cepeda, Kiki Morente o Manu Chao. En la escena indie, Love Of Lesbian, León Benavente, Dorian, Hinds o Carlangas han decidido regresar con nuevos largos bajo el brazo y eso es indiciario del estado en el que se encuentra este formato en la actualidad. Y ojo, porque en breve también verá la luz el debut de Ángeles Toledano, una suerte de Rosalía de la generación TikTok que va a dar mucho que hablar. 

“La hermandad” está en el repertorio de Ejército de salvación, álbum de Love Of Lesbian disponible desde el 11 de octubre de 2024

Diana Izaguirre es A&R y jefa de producto en Warner Music y trabaja con artistas como Leo Rizzi, un fenómeno que mueve cientos de miles de seguidores en TikTok e Instagram. Leo es un ejemplo de autor nacido en el ecosistema de la inmediatez pero que ha querido estrenarse con un primer álbum, Pájaro azul (2024), del que encontrarás más información en la siguiente página. 


Izaguirre entiende que, al final, en todo este pulso entre lo inmediato y lo meditado se esconde una cuestión de equilibrios. “Aunque las nuevas audiencias, sobre todo las activas en redes sociales, cada vez consuman contenidos de menor duración, existe una gran masa de público joven que quiere conocer en profundidad al artista y que desea escuchar qué mensaje quiere transmitir mediante sus discos”, comenta. “En el ámbito físico las opciones son más reducidas, ya que, por la propia naturaleza del mercado, las ventas de CD y vinilos que se producen hoy en día están más conectadas con el superfan del artista, por lo que este tipo de elementos se han convertido en algo más cercano a una pieza de merchandising”.

“Es importante trabajar en proyecto más a medio o largo plazo, y ahí entran los discos. Pero no hay que perder de vista las condiciones del mercado actual” (Diana Izaguirre, Warner Music)

Volvamos al caso de Rizzi, un artista cuya naturaleza le permite saltar sin pestañear de las páginas de Mondo Sonoro a un reportaje trendy de Vogue. “Es importante trabajar en proyectos más a medio o largo plazo, y ahí entran los discos. Pájaro azul lo arrancamos en 2022, buscábamos un concepto y referencias musicales para inspirarse. De ahí hasta tener el repertorio completo pasaron dos años”, comenta Diana Izaguirre. “Pero no hay que perder de vista las condiciones del mercado actual. La capacidad de retención del público en redes es cada vez menor, por lo que necesitas trabajar en estrategias que combinen esta velocidad de los contenidos con un plan de trabajo a largo plazo. En nuestro caso, solemos combinar varios adelantos en formato single que precedan a la publicación del disco largo”. 


Queda claro: el álbum sigue vivo, aunque las maniobras para sacar a flote cualquier nuevo trabajo se antojan cada vez más complejas, imponiéndose un sistema híbrido en el que singles y discos cohabitan en un cajón de sastre condicionado por playlists, merchan, stories y tiqueteras. 

Cepeda acaba de publicar Contradicción, su cuarto disco largo.

Ilustración Portada

Miguel Sueiro/Baliente

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