La maquinaria streamer demanda tracks, pero ellos y ellas tienen mucho más. Este otoño, Leo Rizzi, Hinds y Carlangas nos ofrecen nuevos álbumes en los que han vertido su visión artística; obras que sienten superiores a la suma de sus canciones. 

Rizzi germinó en TikTok y desarrolla su carrera a ambos lados del Atlántico, pero no puede evitar el cosquilleo (y un poquito de presión) ante el lanzamiento de su primer disco. Su talento no entiende de formatos o fronteras. Hinds y Carlangas son fans del álbum como concepto: publican los suyos propios y compran los de otras bandas. Las madrileñas tienen mucho público en el circuito anglo y ya mismo se van de gira por EE UU; el gallego se vale de su experiencia en Novedades Carminha y reivindica la pulsión personal en un mundo despersonalizado.

Son tres nombres entre los muchos que lanzarán discos en lo que queda de año. Los más comerciales competirán en el mercado navideño; otros apuntalarán carreras o sostendrán giras de salas o festivales. Pero lo que proponen Leo Rizzi, Hinds y Carlangas es mostrar sus universos artísticos también. Bloquea diez minutos de tu tiempo para leer lo que viene:

Leo Rizzi volando alto

Un triángulo geográfico, conformado por su Ibiza natal y los dos lugares en los que se ha criado, Uruguay y Valencia, define el ADN vital de Leo Rizzi, uno de los últimos fenómenos del pop y el rock mainstream. Influido por artistas como Thom Yorke, Billie Eilish, Fito Páez, Patrick Watson, Chris Martin, Luis Alberto Spinetta o Dolores O’Riordan, sus escuchas y seguidores digitales alcanzaban las siete cifras antes de debutar con Pájaro azul, publicado en septiembre de 2024.

Leo suena en España, México, Guatemala, Ecuador, Colombia, Argentina y también en Uruguay, donde nació su padre. Pero, como se adivina en el título de su primer trabajo, en homenaje al poeta Rubén Darío, detrás de la viralidad de canciones como “Amapolas” hay cielo y foso, hay profundidad de campo y mucho trabajo de fondo: el de un minero de la canción con voluntad de crear y permanecer mucho más allá de este instante. Por eso lanza un álbum conceptual con el que busca la libertad espiritual; porque, como él dice, “la vida es aprender a conversar con el pájaro azul hasta que algún día sea libre”.

Ibiza y Valencia (España) y Punta del Este (Uruguay) son tus coordenadas vitales. ¿Esa tríada ha marcado también tu identidad artística?

Totalmente. Vivir en tres ciudades diferentes a una edad tan joven definitivamente me moldeó. Desde mi manera de hablar y el acento hasta las costumbres y las series que veía de niño han influido en cómo entiendo el mundo. Me gusta pensar que enriquece mi perspectiva, aunque a veces siento que me falta un lugar al que llamar casa. Pero bueno, creo que todos los artistas tendemos a dramatizar nuestras historias pasadas.

Has creado una gran expectación antes de tu debut. ¿Cómo ha ocurrido?

La forma de consumir música ha cambiado muchísimo y, hoy en día, no es raro que un sencillo se vuelva viral. Mientras buscaba un hueco en el panorama musical mis canciones se viralizaron en Instagram y TikTok mediante unos vídeos en los que las interpretaba con mi guitarra. Empecé a sonar en la radio y a realizar mis primeras giras. Nunca imaginé que lograría lo que he conseguido hasta ahora.

¿Esas altas expectativas te han influido a la hora de concebir Pájaro azul, tu primer disco?

Evidentemente, al ser mi álbum de debut sentía la presión de estar a la altura. Sabía que habría más gente esperando las canciones, y que habría una gran parte de la industria musical, algo que antes no consideraba. Sin embargo, he decidido apostar por un sonido que realmente me apasiona, manteniéndome fiel a mi línea artística y sin dejarme encorsetar por la cultura mainstream.

“Ángel caído” está en el nuevo repertorio de Leo Rizzi

¿Se puede ser artista mainstream y mantener, al mismo tiempo, voluntad de autor?

Esta pregunta me la hago yo también. Quiero creer que sí, que puedes contar tu historia de una manera que conecte con el público general. Es importante entender el mainstream como música que tiene elementos diseñados para gustar a todos, evitando la etiqueta que a veces devalúa este tipo de canciones. Personalmente, esto ha sido un obstáculo en mi carrera como compositor, ya que a veces he sentido la necesidad de ser especial y distanciarme de lo común.

Antes se accedía a la música a través de la radio o comprando discos puntuales, pero tu generación ha crecido con el acceso total. ¿Te ha influido como creador?

Siento que esto genera una obra muy variada en cuanto a géneros. Los artistas solistas bebemos de muchas influencias, creo que el desafío está en filtrar esas influencias y definir nuestro propio estilo.

En esta era dominada por los singles, ¿qué valor le das a la obra completa?

Hoy en día, el disco tiene un enfoque muy conceptual. Hacer un álbum tiene sentido cuando quieres crear un universo, abordar ciertos temas y tomarte el tiempo para explorar un sonido específico en tus canciones. Desde el punto de vista creativo esto es fundamental. Sin embargo, desde una perspectiva comercial, creo que depende del punto de tu carrera en el que te encuentres. Debes preguntarte: ¿lanzo todo el álbum de una vez o lo comparto con sencillos? Si quieres que la gente escuche todas las canciones, optaría por la segunda opción, definitivamente. 

Rizzi, cantautor con piel de futuro

¿Cuál ha sido tu enfoque?
He desarrollado mi obra siguiendo el hilo del cuento El pájaro azul, de Rubén Darío. Él utilizó una metáfora para describir su sentimiento: un pájaro azul en su cabeza que no le dejaba vivir en paz. Las canciones abordan temas que van desde la identidad y el cuestionamiento de los límites del sistema hasta sentimientos profundos de enamoramiento y reflexiones sobre la muerte. Todas esas cosas que, a lo largo de mi vida, han ocupado un espacio en mi mente. Las canciones dialogan entre sí. El orden es clave para entender y recorrer la narrativa conceptual del disco. 

¿Cómo ha sido el proceso creativo?
Un viaje lleno de altibajos. Era mi primera vez y ha sido un aprendizaje constante. Trabajé con muchos productores, confié en el proceso, descarté canciones, sentí que tenía el disco y luego hice dos más hasta verdaderamente lograrlo. Me cansé de algunas canciones, me enamoré de otras, encontré las colaboraciones adecuadas, y así sucesivamente. Pero, por supuesto, lo volvería a hacer.

¿Dónde has grabado Pájaro azul y con qué equipo de trabajo?

Se grabó y compuso en varias ciudades: algunas canciones en Madrid, otras en Punta del Este (Uruguay) y otras en Ciudad de México. El equipo fue bastante diverso, con Óliver García, Julián Bernal, Gorka Dresbaj, Jordi Navarro, Valentina López, Salvador Muste, Javier Aguilar, Coco Ramos y Héctor Mena trabajando en la producción y composición.

En septiembre inicias el Tour Pájaro Azul. ¿Qué planes tienes?

Girar, comenzar la composición del segundo y vivir en Ciudad de México por un tiempo. 

El renacer de Carlotta y Ana

Han pasado casi 14 años desde que se formaron como banda, pero Hinds no han perdido ni un ápice de frescura. Y eso que Carlotta Cosials y Ana García Perrote son las únicas supervivientes de lo que en su momento llegó a ser un cuarteto. Ambas pusieron el proyecto en pie y ambas siguen ahí, con un cuarto álbum que tiene mucho de reivindicación y fe de vida: por eso se llama Viva Hinds (2024). Acaba de publicarse, lo ha producido Pete Robinson (ex batería de The Vaccines y productor de Beabadoobee y Porno For Pyros, entre otros) en un pueblecito de Francia y cuenta con colaboraciones de Beck y de Grian Chatten (Fontaines DC.) Al fin y al cabo, ellas siempre han tenido el punto de mira en el mercado internacional. Y hacen muy bien. 

El disco tiene, por supuesto, varias cuidadísimas ediciones en vinilo. Porque ellas también han sido siempre muy del formato álbum físico, de toda la vida. 

Desde vuestros primeros pasos han pasado algunas cuantas modas y nuevos grupos. Os veo casi como supervivientes.

Carlotta Cosials: Somos unas guerreras que no te puedes ni imaginar. Llega un momento en el que, pase lo que nos pase, ya podemos decir, ¿tú sabes de dónde vengo? ¿Tú sabes la de problemas tan tochos que hemos tenido que resolver?

Ana García Perrote: Y son cosas de la industria que no podemos contar. Nadie lo sabrá. Hemos ganado grandes batallas. [Risas]

Carlotta: Y nos han tomado el pelo que no veas. [Más risas]

Ana: Además, esta vida es bastante solitaria, estás siempre fuera de tu zona de confort. Tener músicos que te ayuden es importante. Y divertirte, por supuesto. 

¿Cuál creéis que es la nota diferencial de este nuevo disco respecto a los anteriores?

Ana: Es el primero que hacemos sin la intención de que nos cambie la vida o la carrera. Con el primero queríamos cambiar el mundo, el segundo fue como un puñetazo en la mesa con el que demostrar que podíamos sonar como en nuestros directos, el tercero fue aprender a producir y a divertirnos en el estudio, pero este ha sido para sobrevivir, porque nos han pasado muchas desdichas desde la pandemia. Con la única intención de continuar luchando. El mantra de este disco era hacer lo que se puede con los recursos que se tienen. 

Carlotta: Cuando la vida te ha dado tantas hostias y, aun así, sigues queriendo hacer música, llega un momento muy bello de aceptación, de querer seguir haciendo esto aunque sea con menos medios e infraestructura. Y le encuentro hasta cierto gusto a tener que buscarme las castañas de nuevo. Ha sido como un renacer, como empezar de cero. Ha sido todo muy libre, sin pretensiones. 

Hinds han incorporado temas en castellano y no se les dan mal, ¿verdad? 

En el disco hay dos canciones íntegramente en castellano, algo inédito en vosotras. 

Ana: Ninguna decisión en Hinds se basa en una gran reunión ni en ninguna estrategia. Salió muy natural. Nos preguntaban mucho, cuando empezábamos, por qué cantábamos en inglés, y a posteriori nos dimos cuenta de que era porque la gran mayoría de la música que escuchábamos era inglesa o norteamericana. Cuando empiezas quieres copiar a todos tus ídolos, es lo más normal. Con el tiempo hemos empezado a escuchar más música de aquí, conforme nos sentíamos más parte de esta industria. Y nos hemos lanzado. 

Habéis contado con Beck y con Grian Chatten, dos colaboraciones importantes. ¿Cómo surgió eso?

Carlotta: Las dos han sido súper naturales.A veces tu mánager o tu sello te recomiendan hacer una colaboración con alguien, y puede ser un poco marketiniano, no quiero decir falso, pero no tan orgánico. Lo de Beck fue una casualidad absurda: coincidimos en un bar en Los Ángeles, justo cuando acabábamos de escribir la canción, y nos hicimos como colegas, nos llevamos súper bien y nos vimos toda la semana. Le pusimos la canción con el móvil y le encantó. Se lo propusimos casi como un vacile y aceptó. Sabíamos que llegó a dormir en la calle cuando empezaba en la música. Y con Grian Chatten fue fácil, porque conocemos a Fontaines DC desde que empezaron; siempre se han portado muy bien con nosotras y nos han ayudado mucho. Desde 2022 han sido unos buenos amigos, consejeros y un buen hombro en el que llorar. Nos alegra muchísimo que hayan anunciado el Finsbury Park para 2025. 

Hinds, bien armadas para su cuarto disco

Habéis avanzado en plataformas hasta cinco canciones, la mitad de vuestro nuevo álbum. ¿Eso no le resta misterio?

Carlotta: Creo que es un 7% de la población el que tiene pasión por el álbum, para el resto es mucho más eficaz publicar singles. Si no, muchas canciones se quedan como perdidas, y la última que pongas va a ser la que menos plays tiene, te lo digo ya. 

Ana: Formamos parte de ese 7%, somos unos románticos quienes creemos en él, pero vivimos en una era digital y la realidad es que la gente no escucha discos enteros. Lo dice la estadística. Nosotras llegamos a la gente por las playlists que se hacen en las plataformas de streaming. Hay que permitirse ser romántico con unas cosas, y también realista con otras.

Viva Hinds también tiene su edición en vinilo.

Ana: Cuatro. La estándar, otra para tiendas de discos independientes, otra para Rough Trade… Seguimos vendiendo bastantes discos, para la rareza que es, y tenemos la suerte de tener mucho público fuera. Sobre todo en Inglaterra, donde son muy coleccionistas, hay una gran cultura del formato físico. Y a nosotras nos encantan las pequeñas cositas, los recuerdos, los papelitos, y qué mejor recuerdo que un vinilo. Es como una caja sorpresa: no sabes qué va a haber dentro. 

Carlotta: Y seguimos comprando los de otros músicos, lo que es un puto lío, porque siempre nos pilla de gira y te arrepientes: volar con ellos es un coñazo. Pero tienes que ser coherente con tu estilo de vida. Si tanto defendemos el vinilo, tengo que comprarlo.

Carlangas, bailando en los sitios más insospechados

La imaginación al poder. Ese podría ser un buen lema para resumir el impulso creativo que anima a Carlos Pereiro, Carlangas en el mundo de la música pop, a escribir y publicar actualmente sus canciones. Estuvo quince años liderando Novedades Carminha, una de las bandas de garage y punk rock hispanas más certeras y efervescentes de los últimos tiempos, pero desde que emprendió carrera en solitario se ha destapado como un agitador sonoro que combina en su fórmula estilos como la cumbia electrónica, el funk, el hip hop, el surf rock y algunas hierbas más, siempre bajo su filtro personal e inscribiéndose en esa tradición de benditos heterodoxos galaicos que va desde Os Resentidos hasta Grande Amore, pasando por Emilio José. La excusa para esta entrevista es Bailódromo Vol. 1, el primer álbum a nombre de su nuevo proyecto, Carlangas y Los Cubatas.  

Tu nuevo álbum, Bailódromo Vol. 1, fue precedido por tres singles. ¿Cuál fue el criterio para seleccionar estos avances entre el resto de canciones?

El criterio es la intuición, hacerle caso a lo que te pide el cuerpo. Compartir con tu gente en el ámbito profesional y en el ámbito personal, y ver cómo le brillan los ojos. Yo hago rock en un sentido amplio, no estoy nunca pensando en un movimiento comercial, sería un iluso si lo hiciese. Mantengo una posición fuera de órbita haciendo lo que me apetece y con quien me apetece o puedo en cada momento. Siempre fue así. Lo que me mueve precisamente es sentirme un intruso haciendo el freak en un mundo en el que lo que se premia no es lo diferente. No hay premio mayor que sobrevivir así y conectar con gente que vibra con las mismas cosas que tú. Somos muchos los que vibramos con The Clash o con Kiko Veneno. No podemos caer en la trampa de tratar de estar siempre en la corriente dominante y molaría empezar a juntarse a través de otras ideas. Por las carreteras secundarias se va de puta madre, las ventas molan más que esas cafeterías franquiciadas de las estaciones de servicio. 

“Discos vacías”, himno para bailar abrazados

¿Significa el título del álbum que habrá un segundo volumen?

Llevo pensando un tiempo en cómo abordar un acercamiento a la música popular. He hecho intentos durante Novedades Carminha y en mi primer disco y me siento cómodo ahí. Esto es lo que está por venir post Bailódromo Vol. 1. Sin embargo, yo sé que mi corazoncito es punki, que periódicamente me va a apetecer un regreso a mis raíces, y Bailódromo Vol. 1 funcionará para mí como una especie de serial que saldrá cuando me lo pida el corazón o cuando coja la guitarra y me apetezca volver a conectar con la no wave, el punk y cosas así. Es como visitar a un amigo que vive fuera: esos dos días que estás en su casa son maravillosos y los disfrutas a tope, aunque ya no forme parte de tu día a día. 

¿Crees que el formato álbum puede haber perdido valor para las generaciones más jóvenes de consumidores de música?

La verdad es que me da igual. Yo compro los discos que me gustan para ponérselos a mi chavala y bailar en el salón. No sé hasta qué punto la gente decide o es el sistema al que le interesa esto o aquello. Si te dejas llevar, acabarás escuchando solo el trocito que te muestra tu plataforma de confianza y te estarás perdiendo un mundo entero. 

Escuchar música no es obligatorio. Para mí es sanador y quizás podría recomendarte un disco que te alivie el día, o que te emocione, pero no me puedo preocupar en cómo la gente consume música, porque solo conseguiría avinagrarme y estoy pasando una buena etapa. Yo odio ir a El Corte Inglés y siempre está lleno de gente. Soy un resistente, no renuncio a nada a ningún nivel, en absoluto, pero precisamente para guardar mis energías, aprovecharlas y compartirlas, no puedo dar batallas desde una posición de inferioridad. Tampoco me apetece hacer determinadas cosas que harían que mi carrera fuese mejor a corto plazo. Todo llegará con buenas canciones, lo que pasa es que para hacer buenas canciones yo tengo que estar bien conmigo mismo. Yo creo que la gente valorará más el pan de mi pueblo que el de molde sin corteza, pero no me quiero empeñar: si te gusta, cómete el pan ese sin corteza que para ti es el bueno. Es importante no rayarse la cabeza y dejar que cada uno viva como quiere. Otra cosa es la militancia política.

Carlangas y Los Cubatas esperando su yate

¿Compras habitualmente álbumes físicos, ya sean vinilos o cedés? Si es así, ¿cuáles han sido los últimos?

Si, siempre compro, desde que tengo un poco de dinero para poder hacerlo. Me compré una reedición de Rock Art and The X Ray Style [1999], de Joe Strummer & The Mescaleros. También “Marcelo” [2024], de Clarita y Los Pecho Lobo: un single de italodisco que se llama igual que mi hijo. Cada mes, como mínimo, le regalo un disco a mi chica y ella a mí otro. Es un juego que llevamos desde hace tiempo para hacernos con los álbumes que han sido importantes en nuestra vida. Tenemos muchos, pero todavía hay discos que nos gustaría tener. 

¿En qué medida tu trayectoria tras Novedades Carminha, ya a tu nombre, te ha estimulado aexplorar sonidos y géneros?

A mí esto es lo que me gusta: descubrir cosas que me emocionan. Cuando descubro un director de cine, un libro, un disco o voy a una obra de teatro y salgo flipado. No me gusta demasiado viajar, porque todos los sitios son parecidos ahora mismo, y no quiero acabar desayunando en un Starbucks a 2.000 kilómetros de mi casa. Pero la cultura sí te lleva a sitios. Esa capacidad transformadora del arte es lo que me interesa, y la capacidad social que tiene de unir a la gente. Estoy aquí porque soy un romántico. Trato de incorporar todo esto sin dejar de sentirme punki nunca, porque lo hago desde la visceralidad y sin mucha más idea que saber identificar las cosas que me atraviesan.