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JAVIER GINER

Con la serie ‘Yo, adicto’ (Disney+, 2024) adapta su propio libro de memorias en un centro de desintoxicación

POR RUBÉN ROMERO SANTOS

Javier Giner (Baracaldo, 1977) es una de esas personalidades fundamentales en el cine español. Tras iniciarse en la producción junto a Pedro Almodóvar, emprendió una carrera de agente de prensa para, posteriormente, entregarse a la escritura y dirección audiovisual. El camino, sin embargo, ha sido mucho más tortuoso de lo que pudiera parecer. En un momento de su vida, Giner perdió el control y se sumió en una espiral de alcohol, drogas y sexo. Todo eso lo contó en sus memorias Yo, adicto (2021) y ahora en la serie de televisión homónima de Disney+, que coescribe, codirige y produce. La interpretación de Oriol Pla es uno de los papeles más destacados del año. 


Coméntame un poco la génesis de la adaptación. ¿Cómo llegas a firmar con Disney+? 

Me encantaría tener algo más épico que contarte, pero hay ciertos proyectos que nacen con ángel. Yo, adicto ha sido muy problemática desde su desarrollo hasta su rodaje. Todo ha sucedido de forma muy natural, con mucho trabajo, pero sin grandes historias. Básicamente, publico el libro y tengo ofertas de varias productoras. Me reúno con todas ellas y me decido por Alea, de Aitor Gabilondo, porque había visto Patria [2020] y me parecía una muy buena adaptación de un texto. Él fue el que inició el contacto con Disney+ y tardaron literalmente una semana en decirnos que sí.

“Me daba mucho miedo que un material tan delicado pudiese verse desvirtuado por las reglas del mercado”

El libro narra una experiencia muy íntima. ¿Cómo has protegido su contenido?

Mis condiciones para la venta de los derechos se centraban en dos aspectos. Por una parte, yo dirigía, escribía y era el productor ejecutivo de la serie. No por megalomanía, ni poque creyera ser un hombre orquesta, sino porque es mi vida la que está en pantalla y quería poder decidir sobre qué y cómo se contaba. Me daba mucho miedo que un material tan delicado pudiese verse desvirtuado por las reglas del mercado, por decirlo mal y pronto. La segunda condición era que Aitor estuviese involucrado en el desarrollo de la serie. Porque lleva trabajando 30 años como guionista de televisión y conoce muchísimo más que yo lo que es un guion de televisión y, también, porque necesitaba unos ojos externos que de alguna manera me zarandeasen. Estaba demasiado dentro de la historia como para poder ver la fotografía general. Finalmente, entraron dos guionistas más, Alba Carballal y Jorge Gil.


Debe ser muy extraño trabajar en una adaptación no solo con el autor, sino con el protagonista de la historia.

Insistí mucho en que no me respetasen. Tenía muy claro que mi vida tenía que ser transformada al lenguaje audiovisual y hasta llegó un momento en el que hablaba de una manera disociada de mí. Necesitaba que me ayudaran a despegarme de mi propia historia. 

JAVIER GINER


Nacido en Barakaldo en 1977, Javier Giner cumplió su sueño de juventud trabajando como ayudante de dirección de Pedro Almodóvar. En 2009, sin embargo, decidió entrar en una clínica de desintoxicación para superar su adicción a la cocaína, el alcohol y el sexo. 


Una vez recuperado regresó a la vera de Almodóvar, esta vez como responsable de prensa tanto de sus producciones como de Penélope Cruz. Empieza entonces una nueva vida creativa, dirigiendo cortometrajes como El amor me queda grande (2014) o Julia de Castro, De la Purísima: Anatomía de una criminal (2015), labor que fue compaginando con la dirección de vídeos musicales para artistas como Ricky Merino o Raoul Vázquez. 


En 2021 publicó Yo, adicto, las memorias de sus días en la clínica de desintoxicación.  En 2024 ha convertido aquel libro en una serie de televisión para Disney+ en la que figura como guionista, director y productor ejecutivo.

Relato sin límites

Tráiler de la serie: no lo hagan en sus casas

“He ido en modo absolutamente kamikaze”, confiesa Javier Giner. “El momento probablemente más desolador y traumático de mi vida aparece en la serie”. Yo, adicto está basada en hechos reales y, con una historia como esta, nunca es fácil. Uno de los subtemas en esta serie trata, precisamente, de los límites que nos imponemos a nosotros mismos. 


Me gustaría saber si te marcaste alguna barrera en tu trabajo creativo. 

Si me hubiese impuesto algún tipo de límite no lo hubiese incluido. He intentado ser lo más honesto posible con lo que estaba contando y no evitar la parte de Javier más vulnerable, perdida, odiosa o enferma. Hay personas que me dicen que soy muy valiente. Yo no lo creo, pero sí pienso que soy honesto hasta las últimas consecuencias. Si no lo hubiera sido, la serie no dolería tanto como duele. Por otra parte, si bien soy responsable de contar mi historia, porque así lo he decidido, no ocurre lo mismo con mis compañeros de la clínica, que no van a poder ser reconocidos públicamente. He intentado protegerlos lo más posible. 


Y eso, ¿cómo se hace?

Realmente no hay ningún personaje en la serie, ni siquiera el propio Javier, que sea cien por cien real. Yo nunca intenté agredir a mi terapeuta, por ejemplo, pero otros compañeros míos sí. Cojo un trocito de aquí y un trocito de allá y los junto desde un compromiso férreo por la veracidad. Nada de lo que ocurre en la serie no ha ocurrido en la realidad. Por ejemplo, en el capítulo dedicado a la familia, hablo de la mía, y hay frases que a mí me ha dicho mi madre o que yo he dicho a mi padre, pero también es una especie de olla en la que incluyo testimonios que otros compañeros han compartido conmigo. 

“Si no estuviese curado no podría haber escrito el libro de esta manera y, desde luego, no me podría haber enfrentado a escribir esta serie”

¿Qué ha sido más terapéutico para ti: el libro o la serie?

Ninguno de las dos. Las heridas que tenía que cerrar, los procesos que tenía que llevar a cabo, los realicé antes. Si no estuviese curado no podría haber escrito el libro de esta manera y, desde luego, no me podría haber enfrentado a escribir esta serie. Sigo yendo a terapia semanalmente, pero ya no por temas de adicciones. Lo que sí espero y deseo, y que es una de las verdaderas razones por las cuales llevé adelante la escritura del libro y la serie, es que sea terapéutico para otras personas. Muchas veces se nos olvida la responsabilidad que tenemos en las historias que contamos. En muchos momentos, cuando he estado perdido o he tenido miedo, esto ha sido mi faro: pensar en el libro y en la serie como parte de una terapia de grupo. Los veo como creaciones para un público que está atravesando lo que yo atravesé, o que tiene a gente cercana que ha pasado por ello y no entiende lo que sucede, o para aquellos que, lamentablemente, pasarán por ello. Y la única manera de dirigirte a ese público es como lo harías en una terapia de grupo: sin disfraces. Esa idea atraviesa toda la serie, desde la concepción hasta el rodaje.

Oriol Pla es el alter ego de Giner en la serie

La serie tiene una característica poco habitual en el panorama español y más común, por ejemplo, en Francia. Me refiero a que es muy didáctica. Te esfuerzas mucho en que haya escenas en las que se explican cosas de una manera clara.

Lo es, pero no de una forma gratuita. Todas esas secuencias didácticas, que igual las podrías tildar más como de autoayuda, no solo forman parte genuinamente del relato que estoy contando, sino que es que además para mí son muy importantes, porque cuentan un proceso de desintoxicación en el que se dan ese tipo de escenas y diálogos. He hecho una serie que me encantaría haber podido ver cuando yo estaba tan perdido, porque quizás me hubiese ahorrado mucho dolor. O tal vez no, porque sé que no soy Teresa de Calcuta, pero la serie sí que tiene una reivindicación muy fuerte de hablar, de pedir ayuda, de expresar tus emociones. 


Por último, quisiera hablar de la estética. Tanto en la paleta de colores como en la puesta en escena es indudable la influencia de tu maestro, Pedro Almodóvar. ¿La ha visto? ¿Qué le ha parecido?

He tenido la suerte y el privilegio de estar cerca de Pedro durante muchos años y haberme empapado de cómo hace las cosas y, sobre todo, de cómo se apasiona por las cosas. Es complicado, por no decir imposible, que cualquier persona que trabaje no solo en España, sino en el mundo, no esté atravesada por la influencia de Pedro. Su presencia en Yo, adicto está más en lo que no se ve, en la valentía de sacar adelante un proyecto de estas características, en comprometernos realmente con lo que estamos contando e ir contra viento y marea. Pedro la vio en el Festival de Cine de San Sebastián y me felicitó. Le gustó muchísimo. 

Fotografías

Quim Vives

Enlaces

Javier Giner

Alea Media

...Y UNA PÁGINA MÁS

A continuación ponemos fin a este reportaje charlando con Carles Torrens, autor de la exitosa peli de zombis Apocalipsis Z: el principio del fin (Prime Video, 2024). Y también con Manel Loureiro, el autor de la historia original.