PORTADA
LUCÍA ALEMANY
Con ‘Pídeme lo que quieras’ (2024), su tercera película, adapta a Megan Maxwell y orienta el cine erótico español por fin al público femenino
POR RUBÉN ROMERO SANTOS
Resulta sintomático que una filmografía como la española, que alberga una tradición tan peculiar como la del destape, jamás haya orientado sus creaciones al erotismo de consumo femenino. Hasta hoy. La cineasta Lucía Alemany pretende cambiar esa tendencia con la recién estrenada Pídeme lo que quieras, adaptación de la primera y exitosa novela de Megan Maxwell, en la que Gabriela Andrada interpreta a Judith, una joven enamorada del témpano de hielo Eric (Mario Ermito).
Pídeme lo que quieras es un encargo. ¿Qué fue lo que te interesó del proyecto?
No conocía los libros ni el fenómeno Megan Maxwell. Soy una persona que vive bastante al margen de muchas de las cosas que suceden y no me entero. Me lo presentó Warner Bros y me pareció muy interesante para mi business, así que lo acepté. Fin. Después, claro está, me interesa mucho que sea erótico. Quiero decir, para mí no es lo mismo que me vengan a proponer una comedia romántica o una comedia romántica erótica, que me apetece mucho más. También me pareció estimulante el concepto de las tres generaciones de mujeres: están Megan Maxwell representando a una línea más madura y Gabriela como una chica súper joven. Y en medio estoy yo, que pertenezco a la edad media, aunque suene fatal. Somos tres generaciones de mujeres que van a unir su visión… siempre de una manera relativa, porque responde a una necesidad industrial cinematográfica.
Es curioso, porque no lo había pensado de esta manera. No te veo como de otra generación.
Lo soy, y no me avergüenzo de decirlo. Normalmente me dicen que soy muy joven para dirigir y respondo que, si con 40 años crees eso, no sé lo que esperas de mí. ¿Tengo que trabajar en la hostelería hasta los 50 para mantenerme? Diría que a los 40 la gente empieza a tener su estabilidad, a tener una profesión. Soy joven, porque tengo espíritu juvenil, pero pertenezco a la edad media.
Entonces, ¿no conocías nada de chick lit?
Absolutamente no. Pero, claro, tampoco es que sea una persona muy literaria.
¿Y por dónde empezaste?
Me leí Pídeme lo que quieras [Megan Maxwell, 2012] y me vi la película 50 sombras de Grey [Sam Taylor-Wood, 2015] para entender qué tipo de proyecto me estaban encargando.
LA REINA MEGAN
Megan Maxwell es la firma artística de María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro, española nacida por casualidad en Alemania y que apareció de la nada hace una década y media para convertirse en una de las grandes vendedoras del género chick lit (narrativa para chicas) dentro y fuera de España. Su primer éxito masivo, Pídeme lo que quieras, dio inicio en 2012 a una célebre saga literaria que, por el momento, ha alcanzado ya las salas de cine con un filme que podría tener sus propias secuelas.
Casi al mismo tiempo se ha estrenado la serie ¿A qué estás esperando? (Atresmedia, 2024), también basada en dos novelas de Megan Maxwell. Algo nos hace pensar que cada vez veremos más su nombre en los créditos de nuevas producciones audiovisuales. Por ahora, la propia Megan nos resume la experiencia en la adaptación cinematográfica de Pídeme lo que quieras, que superó el millón de euros de taquilla en su semana de lanzamiento y va camino de ser uno de los bombazos de la década.
Sexo y consentimiento
Mario Ermito y Gabriela Andrada son el fueguito hecho carne
Aunque la adaptación de Pídeme lo que quieras fuera un encargo, ¿viste la posibilidad de introducir cosas tuyas?
En cualquier cosa que filme voy a querer introducir cosas mías. Cosa distinta es que encajen con el tipo de película o que a las personas para las que yo hago esta película les funcionen. Mi trabajo es entender qué película tengo que hacer para cubrir esa necesidad industrial por la que me han llamado.
Me refería a la tentación, nunca mejor dicho, de filmar tus propias experiencias o fantasías sexuales.
No te voy a contar mis intimidades, pero, ¿sabes que pensé? Que era la persona menos indicada para hacer esto. En cuanto a lo erótico y en cuanto a experiencias sexuales.
Proclamo la libertad sexual, por supuesto, pero también creo que a veces pasa por no tener tanto sexo y sí escoger bien con quién.
Supongo que la razón por la que triunfan la novela y tu película es que todos y todas queremos fantasear. Y esa es la labor de la ficción.
Exacto. Por eso somos humanidad, porque somos de todos los tipos y maneras y colores. Que no sea mi manera de entender la vida no significa que no pueda apreciar que sea la de otra persona. Lo que me planteé al abordar la novela fue una premisa muy clara: todo está permitido si todo está consentido, si ambas partes quieren jugar.
Es asunto peliagudo, porque no se sabe muy bien dónde empieza y acaba el juego. ¿Eres crítica con la actitud de tus personajes y, especialmente, con la de Eric?
La película no reivindica nada ni se posiciona de ninguna manera. Solo expone unos hechos. Como espectadora creo que es evidente que se desarrollan unas prácticas tóxicas. También entiendo que a veces surgen cosas químicas que no te dejan aplicar la racionalidad. Pero cada una debe sacar sus propias conclusiones.
LUCÍA ALEMANY
Lucía debutó en la dirección con La inocencia (2019), una emotiva historia de iniciación adolescente en la que nos descubrió a la deslumbrante Carme Arrufat, que acabaría siendo nominada al Goya a la Mejor Actriz Revelación. También ha dirigido en series de televisión como Vida perfecta (Movistar+) y Élite (Netflix).
En 2023 inició una nueva etapa en su carrera, alejada de los códigos intimistas, con la película Mari(dos), una comedia de enredos protagonizada por Ernesto Alterio y Paco León y con el apoyo de Mediaset. A finales de 2024 ha estrenado su tercer largo, Pídeme lo que quieras, en esta ocasión por encargo de Atresmedia.
Autora de género cambiante
Alemany concentrada en la emoción humana
Lucía Alemany parece tener un sentido muy lúdico del trabajo, No le importa variar de géneros y, de hecho, cada una de sus películas es distinta: La inocencia era un cinta de iniciación; Mari(dos) una comedia de enredos; y Pídeme lo que quieras una erótica.
¿Qué buscas con cada película?
Para mí, afinar mi trazo, poder tener distintas experiencias cinematográficas, es fundamental. Después, investigarme a mí misma.
Buscando paralelismo, tanto La inocencia, con Carmen Arrufat, como Pídeme lo que quieras, con Gabriela Andrade, son retratos de jóvenes. ¿Te interesa especialmente? ¿Has llegado a comprender mejor sus motivaciones a través del cine?
Sí, por supuesto. Siempre me ha interesado mucho entender a la gente joven. He llegado a la conclusión de que su manera de ser depende mucho de dónde han nacido. Si lo hacen en un hogar más acomodado, por ejemplo, se pueden plantear cosas como ir al psicólogo. Los jóvenes se cuestionan cosas que sus padres no hacían, porque estaban más ocupados en trabajar: están reparando su vida y la de sus antecesores.
Supongo que uno de los grandes retos de un proyecto así es la dirección de actores.
Cuando escojo una película, una cosa debe quedar clara: el guion tiene que estar vivo, porque no sabría dirigir un guion hermético. Eso no significa que vaya a cambiar el texto o la manera como está escrito en rodaje, sino que lo importante es que, quien lo esté diciendo, lo esté sintiendo aquí y ahora. Previamente hablamos de todo lo que nos pueda generar duda y, después, simplemente nos lanzamos a jugar y a sentirlo. Con Gabriela he trabajado muy bien y no he tenido ningún filtro. Con Mario ha sido diferente, porque tenía que interpretar a un témpano de hielo, así que lo enfoqué desde otro lugar. Pero estoy bastante contenta.
Tráiler de Pídeme lo que quieras: el roce hace el… calor
Pídeme lo que quieras fue el inicio de una saga de novelas. ¿Te apetecería hacer la secuela?
Si las condiciones me convencen, sí. De momento, como esa secuela no tiene ni un guion, no está en mis planes.
El público de la película es eminentemente femenino. ¿Qué les dirías a los hombres para que la vieran?
Que vayan con sus parejas a verla. Y que, si tienen hijos, los dejen con sus vecinos. Y que se sienten en la fila del fondo.
Fotografías
Paloma Mefer (Lucía Alemany retratos)
Carla Oset (intérpretes)
Pedro Valdezate (Lucía Alemany rodaje)
Enlaces
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En la siguiente página conversamos con Javier Giner, autor del libro autobiográfico Yo, adicto (2021) y de la serie del mismo título estrenada este año en Disney+.