PORTADA
EL GRAN VERANO DE LOS BAILES PENDIENTES
Zahara, Rayden, Carolina Durante, Ginebras, Rocío Saiz y la vuelta gozosa de la música en vivo
CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA
Cantar callados no es cantar. Bailar sin moverse de la silla tampoco es bailar. Hemos tenido casi dos años para aprenderlo. Restricciones, mascarillas, suspensiones. El verano de este 2022 es el de la recuperación de esas cosas que nunca imaginamos que valoraríamos tanto: quedar con la gente para asistir a un festival, chillar, pegar saltos. Disfrutar de la música en vivo como si no hubiera un mañana. De la única forma en la que se entiende esta experiencia en directo. Tal cual.
Tras dos temporadas sumidos en un escenario de película distópica, volvemos al mismo sitio de donde nunca debiéramos habernos movido. Como en el verano de 2019, cuando los festivales batieron récords de asistencia en España y absolutamente nadie podía intuir la que se nos venía encima.
Como la primera vez
“Lo estamos viviendo con mucha ilusión, como siempre, pero un poco más porque no nos acordábamos ya de lo que era ver a toda la peña junta”, dicen Ginebras. Su primer disco, Ya dormiré cuando me muera (2020), estalló durante la pandemia. Varias de sus canciones superan el millón de escuchas digitales. Ahora, este joven cuarteto madrileño de efervescente indie pop tiene ante sí unos meses rebosantes de actividad. Sobre todo, en grandes festivales: FIB, Low Festival, BBK Live, Sonorama…
Zahara fue una de las grandes triunfadoras de 2021 gracias a PUTA (2021); quizá, el mejor álbum de su carrera. “Aunque el público estuvo sentado y con mascarillas, recibí un cariño espectacular en la gira de PUTA, porque era parte de la catarsis del disco. Pero ahora tengo la sensación de que, pese a que hay muchísima oferta y ganas, no todo el mundo podrá ir a todos los conciertos que se ofrecen”. La artista ubetense pone el dedo en la llaga: los eventos pendientes se juntan con los que nacen. ¿Podrán resistirlo los bolsillos?
Zahara sigue presentando los temas de PUTA (2021) en la gira La Puta Rave. También prepara el lanzamiento en septiembre de REPUTA, otra versión de su último disco recreada con la colaboración de Carolina Durante, Cora Novoa, María José Llergo, Perarnau IV o Alizzz, entre otros nombres.
Algunas de las próximas paradas de Zahara en concierto: Festival Ítaca (L’Estartit, 25 junio), Río Babel (Madrid, 1 julio), Polifonik Sound (Barbastro, 2 julio), BBK Live (Bilbao, 7 julio), Cruïlla (Barcelona, 8 de julio) o FIB (Benicàssim, 16 julio). Puedes consultar aquí su gira completa.
Por su parte, Carolina Durante cumplen cinco años de historia con la publicación de Cuatro chavales (2022). La pandemia los pilló en plena eclosión. “Tocar para gente sentada nos estaba deprimiendo un poco, porque no hicimos el grupo para eso”, nos cuentan. De hecho, tienen claro que las cosas vuelven por fin a su cauce, porque dicen que, en su caso, “privarle a nuestro directo de aquella interacción con el público lo convertía casi en un sinsentido”. ¿Qué sería de un bolo del cuarteto madrileño sin la gente bailando pogo, saltando como resortes y girando como peonzas sobre sí mismos? Con las restricciones sociales, su punk pop se convertía en “algo muy forzado”. Hubo momentos, dicen, en los que desde el escenario se preguntaban: “¿Qué hostias estamos haciendo?”.
“Con las mascarillas, saber si la gente cantaba era una cuestión de fe” (Rayden)
Y es que hay músicas que en absoluto se prestan, ni se prestarán nunca, a ser degustadas en aquella extraña anormalidad. Como la de Rocío Saiz, que debutó en solitario con Amor amargo (2021) después de su experiencia con Las Chillers y Monterrosa. Rocío nos cuenta que “por suerte o por desgracia, porque casi me muero de hambre, era todo muy frustrante, pero a veces utilizábamos el sentido del humor para salir de aquellas situaciones”. La artista multidisciplinar madrileña, quien también luce una agenda apretadísima en los próximos meses, traza un afortunado símil sexual y afectivo: “Veo ahora al público abrazarse y besarse mucho, y eso para mí es un auténtico sueño, la verdad, porque para mí la pista de baile es como el sexo, tienes que dejarte ser y dejarte vivir. Es un entorno seguro para que solo exista el amor”.
En noviembre de 2021, Rayden celebró sus 20 años en el mundo de la música ante 8.000 personas en el Wizink Center de Madrid. Fue el primer concierto en la capital con el público en pie tras casi dos años de penurias. Él confiesa que, ahora, “reencontrarte con bocas que cantan tus canciones ha sido una sensación muy rara. Antes, con las mascarillas, saber si la gente cantaba era una cuestión de fe”. Cuenta Rayden que actuar ante un público sentado y oculto tras sus mascarillas “era como un casting, como un examen. Una prueba extrema para saber cómo podías conectar con tu público con canciones movidas que no se encuentran enfrente con ninguna vibración”.
Rayden ha publicado en 2022 colaboraciones con Álvaro de Luna, Covi Quintana o Tanxugueiras y también un poemario titulado Amoratado. Estará en León (29 junio), Río Babel (Madrid, 2 julio), Weekend Beach (Torre del Mar, 6 julio), Granca Live Fest (Las Palmas, 9 julio), El Ajo (Teruel, 11 julio), Pirata Beach Fest (Gandía, 15 julio), Pirineos Sur (Lanuza, 16 julio) y muchos otros lugares que puedes consultar aquí
La importancia de la cultura
En realidad, para todos los músicos, igual que para sus fans, todo esto ha sido como aprender a desaprender. Poner de nuevo el contador a cero. Resetearnos hasta el punto de volver a valorar aquello que dábamos por sentado sin saber lo imprescindible que era en nuestras vidas: confraternizar con gente en un concierto, disfrutar con tus colegas de la música en directo, socializar porque no hay un pegamento más fuerte que la música popular para unir a las personas en el disfrute de una misma pasión.
“Parece que nuestro trabajo es lo más prescindible, pero la realidad es otra; lo único que hace falta es darle el valor que se merece”, dicen Ginebras. “Y si no es así, ¿qué hubiéramos hecho durante la cuarentena sin ver series ni escuchar música? Igual va siendo hora de reconocer la importancia de la cultura y su capacidad para cambiar nuestro estado de ánimo: sin ella, todo sería mucho más triste”.
“Se nos asocia a drogas, noche y alterne, cuando la realidad es que la música mueve mucho dinero y está muy ligada a la hostelería” (Rocío Saiz)
Mientras los bares y restaurantes, los transportes públicos, plazas de toros y otros espacios de ocio brindaban imágenes de estaciones, gradas y salones abarrotados, los recintos de conciertos sufrían las medidas más estrictas que nadie pudiera imaginar. “Para este país, la música todavía no es una industria”, dice Rocío Saiz. “Mientras el cine o el teatro están regulados, al sector de la música todavía se nos ve como un hobby o un pasatiempo: se nos asocia a drogas, noche y alterne, cuando la realidad es que la música mueve mucho dinero y está muy ligada a la hostelería”.
Carolina Durante comparten argumentario: “La música es un espacio que no se considera esencial para el funcionamiento de la economía del país ni de la vida diaria de la gente. Es el problema de plantear la importancia de todo en términos mercantiles, que la cultura suele ser la principal damnificada”.
Carolina Durante siguen rodando su álbum Cuatro chavales (2022). Pasarán por el BBK Live (Bilbao, 9 julio), Pirata Beach Fest (Gandía, 14 julio), Festival Sónica (Castro Urdiales, 15 julio), FIB (Benicàssim, 17 julio), Contempopranea (Badajoz, 29 julio) o Low Festival (Benidorm, 30 julio). Durante los meses de agosto, septiembre y octubre tienen más conciertos que puedes consultar aquí.
“Se evidenció el profundo abandono al que nos sometimos las personas que vivimos de la música, y la falta de conocimiento que hay sobre nuestra profesión, y creo que fue extraño e injusto cómo se maltrató a la cultura”, abunda Zahara. Y lo remata Rayden: “La música es un motor económico y un atractivo turístico. Y es raro, porque en Alemania o en Portugal se protegía mucho más, pero aquí teníamos que hacer el triple o el cuádruple, cuando fuimos los primeros afectados y los últimos en salir: ha habido una doble vara de medir”.
La vida es extraña y rara
Al mal tiempo, buena cara. Como decía Rocío Saiz, el sentido del humor ha sido clave como tabla de salvación durante estos dos últimos años. Mirando en retrospectiva, los conciertos pandémicos depararon incontables situaciones que, fuera de aquel contexto, invitan a reír a carcajadas. Aunque en su momento no hicieran tanta gracia.
Rayden afeó en público a algunos colegas que invitaron a sus fans a desprenderse de sus mascarillas en un bolo. Pero reconoce que a veces, sin mala fe, alguna de sus coristas o incluso él mismo se veían “levantando el brazo”, arengando al público a bailar, “porque era una situación de adrenalina en estado puro, de dejarse llevar”. Él contrajo la covid mucho más tarde, justo al volver de participar en el Benidorm Fest, en enero de 2022. Pero lo que no ha cambiado en sus conciertos, con pandemia o sin ella, son las peticiones de matrimonio entre parejas del público. “A la gente le está dando por ahí, y voy a tener que sacarme el título para oficiar bodas, o empezar a cobrar un suplemento. Temo el día, y llegará por estadística, en que alguien le pedirá matrimonio a su pareja en un concierto mío y esta dirá que no”, dice entre risas.
“Una chica que quería estar de pie todo el rato acabó siendo echada a la fuerza, y fue un poco violento, porque no tenía muy claro cómo afrontarlo” (Zahara)
Carolina Durante recuerdan esa incómoda sensación de que el personal de seguridad de alguno de sus conciertos “echara a alguien del recinto por levantarse de su silla durante dos segundos para corear una canción”. Eran situaciones que, por infrecuentes hasta entonces, dejaban algo descolocados a la mayoría de músicos. Le ocurrió a Zahara, quien confiesa haberse sentido “un poco en shock, sin saber qué hacer” cuando, en uno de sus conciertos, “una chica que quería estar de pie todo el rato acabó siendo echada a la fuerza, y fue un poco violento, porque no tenía muy claro cómo afrontarlo: me pilló bailando encima del escenario y me pregunto si era necesario hacerlo así, a la fuerza. Tratar así a una mujer solo por querer bailar, por mucho que infringiera unas normas”.
Rocío Saiz también vivió situaciones que bordean el surrealismo y, aunque emite una lectura esperanzada, le cuesta dar con algún recuerdo bueno. “Se nos llena la boca con aquello de que íbamos a salir mejores, pero yo cada vez veo menos honestidad y más crispación”, dice.
Ginebras preparan su segundo disco, que incluirá temas como “Alex Turner” y saldrá este mismo año. Puedes verlas en directo en Río Babel (Madrid, 30 junio), Bilbao BBK Live (Bilbao, 7 julio), FIB (Benicàssim, 14 julio), Low Festival (Benidorm, 29 julio) o Sonorama Ribera (Aranda de Duero, 10 agosto). Síguelas aquí.
Quedémonos con lo positivo. Para Ginebras, “lo más raro y lo más bonito de todo es poder poner cara, ahora, a esas personas que nos apoyaban durante el confinamiento y durante los primeros meses de la pandemia. Pasaron de ser nombres de Instagram a poder conocerlos en carne y hueso”.
Presente perfecto
Con todo lo vivido, tenemos buenas noticias. Para empezar, la fidelidad del público hacia los autores y autoras. Zahara y otras voces del sector temen que algunos bolsillos no podrán soportar la oferta actual de conciertos. Pero los indicadores son excelentes: festivales que agotan sus abonos, conciertos que venden todo el papel con meses de antelación y un panorama con el que llegamos a pensar que no podríamos ni volver a soñar, tras seis olas pandémicas consecutivas y un túnel largo y oscuro, cuyo final parecía no llegar nunca. Ya parecen historia esos eventos con mascarillas, distancia de un metro y medio entre asistentes, imposibilidad de levantar el culo de la silla y empleados de seguridad que aparentaban (qué remedio) ser policías que trataban de mantener el orden público, como en un juego del gato y el ratón, impropio de mayores de edad (el entusiasmo no entiende de guarismos en el DNI, y así es como debe ser). El futuro pinta mucho mejor.
“Para mí, todo esto servirá para poner en valor lo que hacemos, dejar claro la cantidad de bocas que este sector alimenta y darnos cuenta de quién es buena persona y quién no lo es”, dice Rocío Saiz, que remata su argumentario con un rotundo deseo final: “Si el mundo está destinado a acabarse, que por lo menos en el rato que estemos aquí seamos capaces de disfrutarlo”. Que así sea. Este verano, al menos, ya nadie nos quitará lo bailado. Seguro.
Rocío Saiz pisará, a lo largo de los próximos meses, eventos como el Vida Festival (Vilanova i la Geltrú, 1 julio), Mad Cool (Madrid, 6 julio), Atlantic Fest (Vilagarcía de Arousa, 16 julio), Santander Music (Santander, 5 agosto) o Cooltural Fest (Almería, 19-21 agosto). Las canciones de su disco Amor amargo (2021) serán su eje principal, y puedes seguir a la artista aquí.
Firma invitada
Carlos Pérez de Ziriza (Madrid, 1973) es periodista y se ha recorrido decenas de festivales y cientos de conciertos en España y otros países. Colabora habitualmente en medios como El País, Mondo Sonoro, Efe Eme, Rockdelux o À Punt, entre muchos otros. Ha escrito nueve libros sobre música pop. Coordina también los contenidos de la revista trimestral ¡Mússica! y de su web mussica.info.
Fotografías
Rayden por Steven Bernhard
Zahara por Noemí Elías Bascuñana
Carolina Durante por Jorge Rico
Ginebras por Manuel León
Enlaces
Lista de escucha
Por Tito Lesende
Banda sonora del verano pop de 2022. Estos son algunos de los nombres protagonistas del circuito de festivales en España. No están todos los que son, pero eso ya lo sabes tú.
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