Si hay una idea que comparte el trío creativo detrás de Safo, es que la poeta de Lesbos era una artista de la BBC: bodas, bautizos y comuniones. De no haber sido por el carácter popular de sus versos, la obra de Safo no habría sobrevivido desde la Grecia clásica hasta nuestros días. Por eso, este espectáculo musical se ha propuesto reivindicarla como lo que fue: una diva pop.

Estrenado este verano en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, Safo es un poema visual, musical y escénico que reúne por primera vez a la cantautora y actriz Christina Rosenvinge con la dramaturga María Folguera y la directora de escena Marta Pazos. La primera, que interpreta a la propia Safo, ha puesto música y voz a sus versos e incorporado canciones originales. La segunda ha elaborado una dramaturgia que mezcla obra, biografía y ensoñación. Y la tercera ha diseñado una puesta en escena con vocación de instalación artística que no desentonaría en el Burning Man.

El resultado es una fiesta para los sentidos que ahora anda de gira por España. Un espectáculo colorido, exuberante y divertido en el que brilla la figura de una poeta alejada del canon clásico. “En algunos momentos se ha negado que Safo fuera lesbiana, o se la tomaba por sacerdotisa, cuando no directamente por un hombre. Y no. Fue una artista de muchísima fama; tanta, que se acuñaba moneda con su rostro”, explica Rosenvinge, que aceptó sin dudar el encargo de la productora Focus de llevar a escena un espectáculo inspirado en la inventora del verso sáfico. “Ella fue la primera en elevar el tema del amor al mismo nivel que la épica. Nadie sabe cómo sonaban sus canciones, pero con sus versos sueltos hemos construido una canción de boda que suena absolutamente contemporánea”.

Como dramaturga especializada en mujeres escritoras, Folguera ha combinado el erotismo de los poemas líricos de Safo con textos propios cargados de ironía. “Hablamos de tradición desde una perspectiva crítica. Safo es previa a Eurípides, Sófocles y Esquilo, y por eso escribía con una confianza femenina a la que no estamos acostumbradas. No habla de conflicto, martirio, culpa o sufrimiento, sino de una comunidad de poetas mujeres que mantenían relaciones libres. Nuestro montaje tenía que reflejar eso”.

La obra de los artistas Christo y Jeanne-Claude (conocidos por “ocultar” monumentos míticos, como el Arco del Triunfo de París) ha inspirado la puesta en escena de Pazos, que cubre el teatro con una inmensa tela rosa para jugar con esa idea de que a Safo solo la hemos conocido velada o fragmentada. “Es la materialización de la poesía sáfica, llena de pasión, deseo y fiesta. Ovidio decía que era la décima musa y no, ella era un genio que ocupaba un lugar capital en la figura helénica, pero que nos ha llegado cercenada. Y nosotras queremos revelarla”.

Firma invitada

Pablo Giraldo (Avilés, 1985) es colaborador habitual de la revista Vanity Fair y ha trabajado para medios como Shangay, JotDown, RBA, S Moda o El Español, entre otros. También ha colaborado con festivales de artes escénicas como Madrid en Danza y Festival de Otoño y ha sido director de comunicación de El Pavón Teatro Kamikaze. Actualmente compagina su trabajo en el Teatro Español y Naves del Español en Matadero con su faceta de periodista cultural. Es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y La Sapienza de Roma.

Fotografías

David Ruano

Enlaces

Christina Rosenvinge

Marta Pazos

María Folguera

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