A MI BOLA

MIGUEL ÁNGEL FONT

El realizador valenciano nos abre las puertas del cine inclusivo y accesible

POR EMILIO RODRÍGUEZ CASCAJOSA

¿Cómo definir el cine inclusivo? Bueno, su voluntad debería ser producir películas como experiencias accesibles y enriquecedoras para personas con discapacidad. Este enfoque implica, inevitablemente, trasladar una nueva sensibilidad mucho más comprometida hacia el público en general. La sociedad ya se ha hecho eco y son cientos de miles los espectadores que respondieron en taquilla a títulos tan celebrados como Campeones (de Javier Fesser, triunfadora en los Premios Goya 2019), Sorda (de Eva Libertad, Mejor película en el Festival de Málaga 2025), El truco del manco (de Santiago A. Zannou, Premio Goya 2009 a la Mejor dirección novel) o El faro de las orcas (de Gerardo Olivares, premiada en la 72ª edición de las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos).


Pero el cine inclusivo va más allá de tratar temáticas sensibles o de la simple accesibilidad; se centra en la creación de obras que busquen emocionar a un público universal desde la misma concepción de los proyectos. Por supuesto, y a pesar de su manifiesto compromiso, tampoco deberíamos confundirlo con el cine social, porque la inclusión es más que una simple cuestión de géneros. “Cualquier propuesta audiovisual en la que la accesibilidad se aborde en fases posteriores al guion ya no puede considerarse inclusiva”, comenta el realizador Miguel Ángel Font (Valencia, 1987). “Del mismo modo, si los profesionales implicados no cuentan con formación específica en accesibilidad y en el trato adecuado a personas con discapacidad, no están en condiciones de realizar cine inclusivo”.

Un Font concienciado en mitad de un rodaje

Font es un cineasta, investigador, escritor y docente reconocido por su compromiso con la accesibilidad y la inclusión en el ámbito audiovisual. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Doctor en Lenguas Aplicadas, Literatura y Traducción, su carrera está marcada claramente por la innovación. Por ejemplo, en 2016 presentó Xmile, el primer audiovisual europeo diseñado para experimentarse a través de los cinco sentidos. Y en 2017 implantó una metodología pionera que integra medidas de accesibilidad desde el guion de sus producciones. Miguel Ángel también forma parte del core de Micineinclusivo.com, una plataforma de creación y dialogo sobre la accesibilidad audiovisual y la inclusión cultural en el séptimo arte.


¿De qué forma pusiste un pie en el cine inclusivo?

Hasta el verano de 2016, mi trayectoria fue similar a la de muchos profesionales: creaba sin tener en cuenta al público con discapacidad. Ese año diseñé la primera experiencia europea de cine a través de los cinco sentidos, Xmile. La multisensorialidad me llevó a preguntarme: si una obra podía disfrutarse con más sentidos, ¿podría también resultar atractiva para personas con discapacidad sensorial?

“Apostamos para que los creadores se formen tanto en accesibilidad como en el trato hacia las personas con discapacidad” 

El formato que usaste en ese proyecto recuerda a Polyester (1981), el clásico de John Waters, que distribuyó entre los espectadores sobres con diferentes olores que correspondían a escenas de la película.

El proceso multisensorial de Xmile fue muy orgánico. Era un corto futurista, con una estética marcada que facilitaba incluir otros sentidos. Primero añadimos el tacto, con una exposición de vestuarios diseñados especialmente para la obra. Después trabajamos el olor, gracias a una empresa especializada en emisión de aromas a través de conexión inalámbrica. Por último, incorporamos el gusto mediante unas bebidas coloridas que aparecían en la película y se ofrecían al público.

¿Cómo se hizo el corto Xmile? Dale al play.

Cuando hablas de cine inclusivo y accesible, ¿qué deberíamos saber?

El cine accesible incluye, como mínimo, audiodescripción y subtitulado accesible. Sin embargo, lo habitual es que estas medidas se apliquen, una vez finalizada la película, por empresas ajenas al equipo creativo. Este modelo tradicional de creación y distribución de la accesibilidad limita mucho la experiencia del público con discapacidad sensorial. Por contraste, el cine inclusivo lleva el extendido paradigma del diseño universal a los medios audiovisuales. Según dicho paradigma, la accesibilidad debe aplicarse desde el principio hasta el final como algo intrínseco a cada proyecto, por lo que la trabajamos desde el guion hasta la distribución de nuestras obras. Para lograrlo, apostamos por que los creadores se formen tanto en accesibilidad como en el trato adecuado hacia personas con discapacidad, ya sean público o parte del equipo. Así, cada autor integrará de forma orgánica y autónoma recursos sonoros y visuales que permitan una aplicación más flexible y cercana de la accesibilidad. También hacemos accesibles los tráileres, los carteles y otros materiales de promo.


En el cine encontramos historias y personajes vinculados con esta realidad. Pero no ha habido una exposición social tan clara si nos apostamos detrás de las cámaras.

Ahora empezamos a entender que la diversidad enriquece el arte. Sin embargo, venimos de siglos marcados por discriminaciones, estereotipos, ignorancia o desinterés. Es comprensible que lleguemos tarde. La buena noticia es que ya hay muchas personas, entidades y organismos comprometidos para transformar esta realidad.


¿Tiene sentido desligar accesibilidad de inclusión o son complementarias?

Si un espacio, producto o iniciativa tiene recursos de accesibilidad, ya podemos calificarlo de accesible. La clave está en valorar cómo se ha implementado esa accesibilidad. ¿Desde el inicio y con un equipo preparado? ¿O a posteriori, cuando ya hay fases de la obra que han concluido? Ahí entra el diseño universal, que parte de las propuestas del movimiento asociativo de personas con discapacidad y de la nueva Ley Europea de Accesibilidad que entró en vigor en España este junio.

Un equipo adaptado a una producción sin barreras

¿Cómo se trabaja la producción de una película inclusiva?

Trabajar de forma inclusiva permea todo el proceso. Por ejemplo, una idea surgida en guion puede reforzarse desde vestuario y posproducción sonora para mejorar la experiencia de las personas con discapacidad visual. También podemos conectar al director de fotografía con el equipo de color para facilitar la percepción visual de personas con discapacidad auditiva. Además, accesibilizamos los materiales promocionales y trabajamos en la difusión a través de plataformas diversas.


¿Cómo se concretaría esto sobre las distintas fases de una producción?

En la fase de guion, por ejemplo, añadimos recursos a las escenas que refuerzan las pistas de audio y vídeo para mejorar la experiencia de las personas con discapacidad. Dado que logramos reducir la presencia de la audiodescripción o el subtitulado, la relación entre la audiencia con discapacidad y la obra es más fluida, íntima y no depende únicamente de la accesibilidad. También abrimos puestos técnicos y artísticos a personas con discapacidad. Hemos llegado a formar equipos con más de setenta personas con discapacidad y solo tres sin ella. En cuanto al rodaje, adaptamos tiempos, entornos y comunicación. Por ejemplo, cuidamos el orden en el plató, evitamos luces directas que pueden molestar a personas con baja visión y, en mi caso, he aprendido suficiente lengua de signos para comunicarme con personas sordas signantes. Finalmente, a la hora de abordar la distribución desde una perspectiva inclusiva, además de proyecciones tradicionales, ofrecemos exhibiciones con subtítulos, audiodescripción, lengua de signos y materiales como guías de lectura fácil, en colaboración con entidades como Plena Inclusión Comunidad Valenciana.

“La clave es trabajar según las capacidades y facilidades de cada profesional, tenga discapacidad o no”

Al final se trata de adquirir otra metodología de trabajo.

La clave es trabajar según las capacidades y facilidades de cada profesional, tenga discapacidad o no. No diferenciamos por condiciones. Estamos preparados para colaborar con todo tipo de colectivos: personas con discapacidad sensorial, física, intelectual, autismo…

Aplausos visuales para Font

¿Consideras que de algún modo haces un cine social, aunque sea funcionalmente?

No me definiría así. Yo diría que cuento historias que me interesan y las hago accesibles a todo el público que puedo. De hecho, mis primeros trabajos inclusivos de 2017 no tocaban temas de discapacidad, pero como el público no comprendía dónde estaba la inclusión, empecé a rodar documentales explicando la propuesta desde una perspectiva didáctica. Desde entonces, tengo esa doble vertiente: un cine de entretenimiento, por un lado, y divulgativo por otro.


¿Piensas que el cine inclusivo y accesible solo es posible con determinados proyectos, enfocados a dinámicas de creación y sensibilidades específicas?

No debemos limitarnos a desarrollar únicamente proyectos, digamos, especiales. Según el diseño universal y la nueva ley europea, la accesibilidad y la inclusión deberían estar integradas en cualquier bien, producto o servicio. Si se trabaja así desde el guion, cualquier vídeo puede ser accesible, desde una pieza para redes sociales hasta una superproducción de Hollywood.

Haciendo cine inclusivo

¿Piensas que los avances tecnológicos están ayudando a dinamizar la inclusión en el audiovisual, por encima de todas las consecuencias negativas que puedan llegar a tener la digitalización o la llegada de la IA generativa?

Hoy en día ya existen herramientas tecnológicas muy útiles para fomentar la accesibilidad en el audiovisual. Sin embargo, nuestra propuesta de cine inclusivo se basa en un cambio más profundo: un cambio humano, que parte de la educación y de la forma de crear una obra. En un contexto dominado por la inteligencia artificial y la digitalización, esta mirada ofrece un soplo de aire fresco a los profesionales que deseen diferenciarse y contribuir a un cambio social relevante y sólido.Estas tecnologías son inevitables y, bien empleadas, pueden ser muy útiles para las personas con discapacidad. Por ejemplo, una IA que transcriba en tiempo real puede facilitar la creación de subtítulos accesibles de forma casi inmediata, lo cual es un avance sustancial. Sin embargo, su implementación debe ser siempre responsable. Estamos hablando de cine, una disciplina que se construye desde la emoción y ciertos usos automáticos pueden poner en riesgo ese componente esencial.

EL CASO DE EVA LIBERTAD Y ‘SORDA’


Álvaro Cervantes y Miriam Garlo en Sorda, de Eva Libertad

En Sorda (2025), película ganadora de la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga, Ángela es una mujer sorda a punto de dar a luz a su hija. Con este magnífico drama, Eva Libertad ha logrado trasladarnos miedos y realidades no muy habituales en nuestras pantallas. El cine es un reflejo de la sociedad y, lamentablemente, no convivimos con las discapacidades. Aunque parece que el asunto está cambiando. “Creo que en los últimos años se ha dado una transformación en las figuras hegemónicas que había tras las cámaras, tanto en dirección o guion como en equipo”, comenta la realizadora murciana. “Al frente de algunos proyectos se están poniendo miradas con otras sensibilidades, lo que genera una mayor riqueza de historias y personajes”.


Pero, ¿a qué nos referimos cuando decimos cine inclusivo? “Para mí es dar oportunidades a personas y profesionales que no las tienen, porque no pueden acceder a una industria del cine capacitista, que es reflejo de una sociedad capacitista”, comenta Eva. Para protagonizar su última película contó con su hermana, Miriam Garlo, actriz sorda en una industria poco dada a la accesibilidad. “No dudo de que una actriz o un actor oyente, con trabajo y talento, pueda interpretar un personaje sordo maravillosamente. Pero me parece mucho más justo dar oportunidades a personas que lo tienen realmente difícil para trabajar en el cine. En los últimos años ha habido un esfuerzo por incluir algunas temáticas o personajes con discapacidades, pero las experiencias han sido puntuales y son aún algo exótico en la industria”, sentencia.

CINEMATOGRAFÍA INCLUSIVA

Miguel Ángel Font, pionero en la inclusión audiovisual

Para su corto Tiempo de blues (2019), Miguel Ángel Font incorporó al equipo de producción cinco personas con discapacidad. “Los principales retos estuvieron vinculados a la planificación: adaptar los tiempos, prever apoyos y asegurar una comunicación clara y accesible”, dice él. “También desarrollamos el Informe de accesibilidad cinematográfica, una plantilla que usamos en nuestras producciones para construir vínculos y puentes de entendimiento entre el equipo creativo y el equipo de accesibilidad del proyecto”.


Según Font, lo más gratificante fue comprobar cómo el equipo se transformó. “Costó un poco, pero se generaron vínculos sólidos, mejoró la empatía en el set y se abrieron nuevas formas de concebir otros proyectos que llegaron después”.


Por ejemplo, Swing! La vida de un secreto (2020). Creo que su enfoque se basó en adaptarse a un público con un rango de visión y audición diferente al generalista.

Más que trabajar para otra audiencia, profundizamos en el modelo iniciado con Tiempo de blues. Relacionamos y conectamos departamentos entre sí, guiados por el criterio del diseño universal. Por ejemplo, el equipo de vestuario se coordinó con el área de accesibilidad para que los colores que diferenciaban a cada personaje en los subtítulos se reflejaran también en su ropa. De este modo, el subtitulado se integró visualmente con la imagen final de la obra. Descubrimos un buen número de barreras en la distribución de cine con pistas de accesibilidad, lo que nos llevó a investigar más en este sentido.

El making of de Swing! no es ningún secreto

Inclusión, más allá del cine (2025) es la primera película española adaptada a lectura fácil para personas con discapacidad intelectual.

La propuesta surgió desde el Ayuntamiento de València durante un pase de la película. Fue un reto, ya que el cine es un medio de comunicación de masas, mientras que la discapacidad intelectual requiere, en muchos casos, un tratamiento personalizado: lo que es útil para una persona puede no serlo para otra. Aun así, Plena Inclusión Comunidad Valenciana acogió muy positivamente la iniciativa y trabajamos juntos para desarrollar esta herramienta, que se presentó hace poco con excelentes resultados. Durante el pase, distribuimos la guía como si fuera un programa de mano, como en el teatro o la ópera. Las personas con discapacidad intelectual podían consultarla cuando no comprendían algún fragmento de la película, lo que facilitó enormemente la experiencia.


Y para acabar, ¿qué proyectos tenéis en ciernes?

Por un lado, estamos desarrollando nuevas propuestas de ficción con enfoque inclusivo, aún en fase de desarrollo. Por otro lado, estamos elaborando una guía institucional para crear cine inclusivo, lo que nos permitirá testar y perfeccionar nuestro modelo de trabajo. Además, Inclusión, más allá del cine justo acaba de estrenarse y ha iniciado su recorrido por festivales. También acabamos de publicar la primera guía de cine inclusivo con la Academia Valenciana del Audiovisual. Todo esto forma parte del ecosistema de Micineinclusivo.com, que sigue creciendo con un objetivo claro: que el cine, en todos sus niveles, sea verdaderamente para todas las personas.

Fotografías

Alfonso Calza (retratos)

Sergio Pérez

A Contracorriente Films (Sorda)

Enlaces


​​​​​​​Miguel Ángel Font

Mi cine inclusivo

Eva Libertad

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FUNDACIÓN SGAE Y GENERAMMA 2025 CON EL CINE ACCESIBLE

Creadoras audiovisuales en Generamma 2024

La Fundación SGAE, en colaboración con la Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales (AAMMA), organizará una jornada profesional en torno a la inclusión y la accesibilidad en el 5º Generamma, festival de cine realizado por mujeres que tendrá lugar del 9 al 13 de septiembre en Chiclana.


Aunque se han dado pasos y existen iniciativas importantes, todavía son muy pocas las películas, festivales y espacios que integran de forma estructural recursos como la audiodescripción, el subtitulado específico o el acompañamiento a personas con discapacidad. Esto no solo limita el acceso a la cultura de millones de personas, sino que también reduce el alcance y la diversidad de las audiencias. Por otro lado, también condiciona los enfoques de creadores y creadoras en la realización de sus obras. Fundación SGAE impulsará esta jornada como un espacio para compartir herramientas, visibilizar experiencias y fortalecer el compromiso colectivo con una cultura y unos procesos de creación que no dejen a nadie fuera.


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