FILIAS

MARÍA TERREMOTO


La última de una saga ilustre sacude los escenarios con ‘Manifiesto’ (2025), un disco con herencia producido por Yerai Cortés

POR ARANCHA MORENO

A sus 25 años, la cantaora María Fernández Benítez (Jerez de la Frontera, 1999) lleva casi una década despuntando en el mundo del flamenco, sacudiendo cada escenario como antes hicieron su abuelo, Terremoto de Jerez, o su padre, Fernando Terremoto. En Manifiesto (2025), su nuevo álbum, María Terremoto ha contado con la producción del iconoclasta Yerai Cortés y la colaboración de la rapera malagueña Faenna. Un total de ocho canciones en las que la autora zarandea las estructuras más rígidas de un flamenco, el suyo, que además de raíz tiene alas. Hablamos con la joven artista gaditana de su imparable carrera musical y de sus vínculos con otros coetáneos que, como ella, han sido llamados a personificar la inevitable evolución de la tradición.


Te diste a conocer con 16 años ganando premios como el Giraldillo Revelación de la Bienal de Sevilla. ¿Cómo marcó tu mundo ese reconocimiento tan temprano?

Cuando lo gané era una niña, no era consciente del peso de aquel premio. En el flamenco, cualquier Giraldillo es muy importante, y precisamente he sido la artista más joven de la historia en conseguirlo. Me he dado cuenta del peso que esto tiene con los años. Hubo un momento que me responsabilicé demasiado de ello y me pasó un poco de factura, pero lo recuerdo con mucha alegría. Fue de mis primeros reconocimientos en mi corta pero intensa trayectoria.


¿Qué rasgos has heredado tú de los Terremoto?

¡Buah! Creo que la originalidad o la peculiaridad del sonido, el eco de mi padre y de mi abuelo, que es un sonido diferente y muy identificativo. Escuchas a mi abuelo y el que entiende de flamenco sabe que es cien por cien Terremoto, a siete kilómetros. Con mi padre, exactamente igual. Tengo mi propia forma de hacer el cante, porque mis intenciones son otras, pero el eco de mi apellido es muy significativo.

Desde Jerez, con un pie en la raíz y el otro en el cable

¿La música está ahí, a la verita tuya, desde que empezaste a gatear?

Desde que estaba dentro de mi madre y de mi padre [risas]. Cuentan que, antes de hablar, ya tarareé una canción que estaba componiendo mi padre en el estudio de grabación. La música vive conmigo y dentro de mí; me moriría sin ella. Al principio no tenía claro cuándo me llegaría el momento de dedicarme a esto, pero siempre lo he sentido y ha sido mi sueño.


Entonces, ¿la música fue tu primer lenguaje?

Absolutamente. Creo que no sé expresarme tan bien con palabras como cantando. Y aunque no cante una canción o una letra, mi manera de interpretar el cante es un absoluto desahogo. La música es mi sanación, ha sido mi salvación en un momento superchungo de mi vida.


En los noventa, cuando hacías la primera comunión, te regalaban una medalla o un reloj. ¿Es cierto que tu regalo fue Farruquito?

Así es, y te lo voy a explicar. Volvíamos de la Feria de Sevilla, de pasar un día increíble en un coche de caballos. Yo todavía era una niña y estaba a punto de hacer la comunión. Manuel Molina, que para mí siempre ha sido mi tío, me preguntó qué quería de regalo. Una de las películas de mi vida es Bodas de gloria [Ricardo Pachón y Manuel Palacios, 1996], que protagoniza Farruquito con su abuelo Farruco. Es como Bodas de sangre pero más flamenca, mezclando cultura gitana. Él era mi amor platónico, así que le dije que quería que me lo trajese. Y así fue. Cuando entró por la puerta yo salí corriendo, me dio mucha vergüenza, era un ídolo para mí y lo sigue siendo. Después he podido trabajar con él, pero me sigue costando mantener una conversación con Juan, porque es un referente.

“Soñé que la nieve ardía”, una soleá de reojo

¿Qué sentías de niña al ver imágenes de tu padre o tu abuelo tocando?

Mi abuelo murió cuando mi padre tenía once años. He visto vídeos suyos y conozco las vivencias que me cuenta mi familia. Yo también me quedé sin padre muy joven. Recuerdo que lo veía sobre el escenario como algo normal, como su trabajo. Me he criado en teatros y festivales, durmiendo en los brazos de mi madre mientras mi padre actuaba.


La fuerza que transmites, ¿es innata o también puede cultivarse y amplificarse?

Todos los artistas tenemos que pulirnos y coger tablas, los años hacen muchísimo. Mi abuela era artista no profesional, pero no se podía aguantar, eso no era normal. Tengo algo de ella. Por desgracia, mi padre no pudo enseñarme el oficio, todo me lo ha enseñado ella. Estoy aquí gracias a la herencia de mi apellido y a mi madre, María de mi alma, que me ha empujado a amar la música de esta manera.

FILIAS: AMAIA, JUANJO BONA, LA PLAZUELA


La Plazuela, cubata de flamenco y electrónica

Entre sus compañeros de generación, María encuentra especialmente interesante a Amaia: “Es música y está preparadísima, ella lo tiene. Basta simplemente con oírla hablar, con esa personalidad. ¡Me encanta!”. Una admiración que también siente por Juanjo Bona, “una persona que abraza muchísimo su raíz, su cante, su tierra, y tiene la moernura o la vanguardia de este siglo”.


Cuando se refiere a sus niños de La Plazuela, exuda cariño: “Hacen algo superguay, utilizan música electrónica y música real, la banda que llevan en directo es una pasada y los quiero muchísimo. De nuestra generación están dando tela de fuerte y defendiendo a nuestra Andalucía”.

RAÍZ Y EVOLUCIÓN

María Terremoto debutó con La huella de mi sentío en 2018. Desde entonces hasta su segundo disco, el reciente Manifiesto, han pasado siete años. “Soy la misma persona en diferentes momentos”, asegura ella. “Mi primer disco es una carta de presentación con los cantes típicos de mi casa y de mi tierra, Jerez, pero en Manifiesto soy más yo, porque no me gustan solo los cantes de Jerez, me gustan otras cosas. Aunque este disco sea clásico, hay una María tratando de salir de ese proceso de siete años de espera artística, personal. Manifiesto ha sido mi volver a nacer en la música, en el flamenco y en la vida”.


Decía Enrique Morente que hay que caminar hacia adelante con la vista atrás. En tu música, ¿tradición y vanguardia van también de la mano?

Por supuestísimo. Acabo de publicar una canción con Faenna, una rapera de Málaga súper top. Siempre que toque flamenco voy a intentar o ser lo más clásica posible, que quizá no sea la mejor respuesta, o ser lo más cautelosa posible. Hemos sacado este single, “Arrastrao”, y me he metido en su mundo sin perder mi esencia. A mucho flamenco le ha distorsionado un poco. Yo nunca voy a dejar de ser lo que soy, porque lo traigo en mi ADN y en mis venas, pero soy de otra generación y me gusta la música. Volviendo a la vanguardia, siempre que haga algo más moderno, con el flamenco voy a ser lo más cautelosa posible.

“Tengo todas las ganas del mundo de experimentar, probar y, si es preciso, equivocarme”

Después de Morente, Mercé, Llergo o Rosalía, ¿el flamenco se ha abierto a la mezcla y la experimentación o aún se mira con recelo a quien abre horizontes?

Se sigue mirando con recelo, pero el artista tiene que seguir su camino, con respeto. Yo me considero parte de la pureza y no del purismo, que son dos cosas diferentes. Dentro del purismo también hay gente con poca educación, con poco respeto, igual que en cualquier otro sector, y dan su opinión sin preguntar, haciendo daño, utilizando a mi propio padre, que no está. Tengo que estar fuerte mentalmente, que es algo que estoy trabajando, y seguir mi camino. Con ese tipo de personas hay que tener seguridad, a palabras necias oídos sordos. En el momento que te sales un poco te dicen que ya no eres flamenca. Yo voy a ser flamenca hasta que me muera, vengo de una casa gitana y cantaora de siglos. Pero yo soy María Fernández Benítez, nací en el 99 y soy entre millennial y zeta. Y, por supuesto, tengo todas las ganas del mundo de experimentar, probar y, si es preciso, equivocarme.


¿Crees que hay que abrazar la raíz sin dejar que la raíz te abrace del todo?

Buena pregunta, me gusta. Hay que abrazar la raíz, por supuesto, pero si la raíz te abraza demasiado te puedes sentir ahogada, asfixiada, atada. Le tienes tal respeto que te da miedo pestañear para no ofender a nadie, porque el flamenco es un público que se ofende con facilidad, es muy delicado. Pero la raíz es de dónde venimos, lo primitivo, y eso no debe olvidarse.

“Arrastrao”, de Terremoto y Faenna, sensibilidad flamenca sobre su lecho urban

Te cruzaste con Yerai Cortés en el Círculo Flamenco de Madrid hace años y ahora él produce tu nuevo disco.

Con Yerai curré en 2019. Ahí estaba pensando hacer un disco de flipada, de R&B, porque no tenía clara mi identidad. Éramos colegas, compañeros de curro, pero ahí no surgió la idea. Todo se gestó cuando tuve las cosas claras y, para el concepto del disco que quería, el idóneo era él. Quería que fuera un disco a dos, pero él estaba también con su proyecto y no pudo hacerse así. Me lo ha producido y lo ha tocado entero. Le estoy súper agradecida.


¿En qué momento encontraste el punto de partida de Manifiesto?

Pasé momentos muy complicados que me afectaron artísticamente. No encontraba la salida y decidí centrarme en lo que soy, cantaora, justificarme como tal. Amo el flamenco, quería dejar claro que soy cantaora, pero dejando la puerta abierta a todo lo que quisiera entrar. El punto de partida fue cuando me vi colapsada, pero al final todos los túneles tienen su luz.

UN DISCO NACIDO DE LA OSCURIDAD

Para una parte de la crítica, Manifiesto es ya uno de los mejores discos de este año. Su repertorio se compone de una serie de canciones que son como piezas de un mismo puzle. Y, al formarlo, ¿qué dibujo aparece? María Terremoto responde: “Quizá una puerta muy negra, que se va abriendo poco a poco. Y cuando terminas el puzle, estoy en medio de esa puerta, con mucha luz”.


El disco nace de la oscuridad y da la impresión de que sus canciones fuesen buscando la luz.

La buscan. Hay momentos en los que no hay luz, directamente, pero lo cuento desde la oscuridad absoluta hasta que, gracias a Dios, veo la salida y empiezo a tirar para delante. “A la muerte”, el primer tema, es oscuridad absoluta, y va de menos a más. Se trataba de narrar el proceso por el que había pasado, necesitaba contarlo.


La ira, el miedo y la rabia que han alimentado este disco, ¿disminuyen después de sacarlo todo fuera?

No disminuyen, simplemente respiras un poco. Lo escuchas, lo analizas y te reconforta un poco, pero sigo en plena lucha personal, trabajando para no venirme abajo y luchar por mi sueño, mi familia y mi vida.

“Tengo muchas ganas de hacer algo con R&B, que es mi género favorito después del flamenco”

Siendo este disco un viaje de búsqueda, expiación y regocijo, ¿qué has encontrado al mirar hacia dentro?

Me he encontrado conmigo misma, con la seguridad que necesitaba. Y la sigo buscando. Los que llevamos con nosotros la humildad siempre pensamos que podemos hacerlo un poco mejor.


¿Cómo se lleva la María cantaora y artista con la María compositora? ¿Hay equilibrio de poderes?

Para nada. Odio a la María compositora, porque a ella no le gusta nunca nada. La María más segura es la que está arriba. Pero cuando esta baja del escenario vuelve la María compositora y el debate entre el angelito y el demonio.


Después de unir pop urbano con flamenco en “Arrastrao”, ¿qué otros maridajes te apetece probar?

Tengo muchas ganas de hacer algo con R&B, que es mi género favorito después del flamenco.


¿Y hacia dónde te diriges de cara al futuro?

Ahora, que he salido de esa puerta, estoy al principio del camino, intentando ver qué sendero es mejor. Tengo muchos atajos a los lados, pero intento seguir recto y, si por casualidad encuentro un atajo que me parezca idóneo, lo trinco.

TERREMOTO DE GIRA: REVENTANDO LA ESCALA DE RICHTER



Terremoto con guante de plata

Las noches que presenta en vivo Manifiesto, María Fernández Benítez se transforma en María Terremoto: “Cuando te subes al escenario te olvidas un poco de ti y buscas tu yo artístico para darle al público lo mejor. Ahora me encuentro en mi mejor momento, en cuanto a fuerza, ganas e ilusión. Hacía muchos años que no sentía tanta seguridad y tantas ganas de dar lo que tengo”.


En julio y agosto llevará su espectáculo a festivales de Huelva (Festival de Cante Flamenco de Moguer, 12 de julio), Sevilla (Festival Flamenco Ciudad de Tomares, 19 de julio), Málaga (Festival de Cante Grande de Casabermeja, 26 de agosto) y Ciudad Real (Festival Flamenco Corral de Calatrava, 8 de agosto). Cuando el calor descienda, llegarán los teatros: el Cervantes en Málaga (2 de octubre), el Teatro Alhambra en Granada (8 de noviembre) y el Teatro Central en Sevilla (14 de noviembre).

Firma invitada

Arancha Moreno (Madrid, 1981), autora de esta entrevista, es periodista musical y cultural desde hace veinte años. Actualmente colabora en el programa Sofá Sonoro de Cadena SER, en la revista Actúa de la AISGE, en la revista alemana Ecos y en Ruta 66, entre otros medios. Sigue escribiendo en Efe Eme, casa que dirigió durante diez años, y en los Cuadernos Efe Eme. También fue jefa de Cultura de Gaceta.es, colaboradora del diario El País y del programa Hoy por Hoy (Cadena SER).


Además, es autora de los libros Iván Ferreiro. 30 canciones para el tiempo y la distancia (2017), Coque Malla. Sueños, gigantes y astronautas (2019), Conversaciones con José Ignacio Lapido (2021) y Quique González: conversaciones (2022), publicados por Efe Eme. En 2024 fue una de las coordinadoras del libro El tiempo, lo soñado y lo real. Homenaje a José Ignacio Lapido, editado por Comares.


En nuestro número 15 entrevistó a Valeria Castro. Puedes recordarlo aquí

Fotografías

Assiah Alcazar

Enlaces

María Terremoto

Faenna

Amaia

Juanjo Bona

La Plazuela


!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

FLAMENCOEÑE EN LA BIENAL DE GRANADA

María Terremoto en FlamencoEñe 2018

La Fundación SGAE, con la colaboración del Ayuntamiento de Granada, la Agencia Albaicín Granada, Granada 2031 y la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, ha hecho público el cartel de FlamencoEñe 2025, una iniciativa que vincula a grupos de flamenco de España con directores y representantes de salas y festivales de todo el mundo. El propósito: exportar este género más allá de nuestras fronteras.


La muestra, que cumple este año su décimo aniversario, se celebrará del 17 al 19 de septiembre en el Centro Federico García Lorca de Granada dentro la primera Bienal de Flamenco. La programación oficial contará con las actuaciones de Perrete, Rafael de Utrera, Lucía Beltrán, Planeta Jondo, Rocío Luna y José Luis Montón.


Mira aquí la info de la Bienal de Flamenco de Granada