Jonás Trueba (Madrid, 1981) lleva desde 2010 perfilando una manera única de entender y vivir el cine. En realidad, lo respira desde su partida de nacimiento: sus padres, el director Fernando Trueba y la productora Cristina Huete, lo bautizaron en honor a una memorable película de Alain Tanner (Jonás, que cumplirá 25 años en el año 2000, 1976). Desde entonces, su camino ha estado jalonado por una docena de filmes que han configurado un estilo inimitable.

A través de su productora Los ilusos y en sus colaboraciones con el actor Vito Sanz, su álter ego en la pantalla, los cimientos estaban ya puestos en 2016, cuando la carrera artística de Jonás Trueba se cruzó con la de Itsaso Arana (Tafalla, 1985) en La reconquista. Su siguiente película juntos, La virgen de agosto (2019), dirigida por Jonás e interpretada y coescrita por Itsaso, fue un antes y un después en su carrera, que lo proyectó internacionalmente.

Conformados como pareja artística y sentimental, Jonás e Itsaso se han convertido en asiduos de las listas de lo mejor del año de las publicaciones españolas y, muy especialmente, de las francesas. Trueba ha recogido importantes galardones internacionales, como el Premio FIPRESCI o, este mismo año, el reconocimiento de la Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes por Volveréis, su nueva película. En ella, Jonás e Itsaso, con la ayuda por vez primera en el guion de Vito Sanz, se meten de hoz y coz en la comedia romántica. Entre todos explican la historia de una pareja (interpretada por Itsaso y Vito), que decide dejar de serlo de una manera bastante peculiar.

Volveréis se estrena en salas comerciales el 30 de agosto, pero nos reunimos con Jonás Trueba e Itsaso Arana para conocer la intrahistoria.

Itsaso, Vito y Jonás, guionistas de Volveréis

Volveréis es la historia de una ruptura amistosa. ¿De dónde surge la idea?

JONÁS: Las películas salen de algo que tienes dentro. Están hechas con unas poquitas cosas que te rodean, están en el aire que respiras. Aquí se parte de una frase que escuché en boca de mi padre cuando era muy joven: “Hay que celebrar que la gente se separe”. A veces dudo si me lo he inventado, como pasa con esas cosas que recordamos desde hace mucho tiempo, pero da igual: por alguna razón, mi cerebro la ha guardado y madurado durante todos estos años.

Es vuestra película más cómica. El guion está firmado por vosotros con Vito Sanz, ¿cuáles eran vuestros referentes?

ITSASO: Estuvimos toda una semana viendo una comedia de los años 30 cada día. Era inspiracional y aspiracional. Luego Jonás nos llamó a Vito y a mí para que la escribiéramos.

JONÁS: Una vez hemos decidido qué tipo de película queremos hacer, intento que todos los implicados en el filme aporten. Desde mi primera película trato de dirigir cada vez menos, dar espacio a que las cosas sucedan.

Es vuestro cuarto trabajo juntos desde La reconquista. ¿Cómo ha evolucionado vuestra colaboración artística? ¿Hasta qué punto os retroalimentáis?

ITSASO: Jonás da a todo el equipo un espacio de creatividad y de autoridad. Aunque discutamos, obviamente, te sientes escuchada y es algo que te calma. La segunda película juntos, La virgen de agosto, la entendí como un ofrecimiento que me obligaba a retratarme. Yo venía más del teatro y conocer a Jonás me hizo conocer el cine de una manera más profunda. Era un deseo mutuo de colaboración. Y no he vuelto a firmar un guion con él hasta Volveréis.

JONÁS: Cuando hacemos La reconquista siento que Itsaso ha llegado a nuestro mundo, el de la productora Los Ilusos, y se amolda a él. En La virgen de agosto sentí que debía ser yo el que se amoldara a ella. Le ofrecía algo en lo que ella se sentía más reconocida. Si pienso en nuestras cuatro películas juntas, las veo como filmes de una actriz a la que admiro y en las que hay variaciones interpretativas. Itsaso toma un montón de decisiones y se autodirige.

ITSASO: Actoralmente siempre me pide cosas diferentes. En Volvéreis siento que hago un trabajo más codificado y sofisticado. Es una película que está mucho más escrita.

Trueba, Sanz y Arana escribiendo Volveréis

Además de unos evidentes rasgos autorales, también tenéis una manera de producir y entender el cine realmente singular en la industria española.

JONÁS: Es verdad que no me siento parte de lo que se entiende en el cine español como industria, que es un término contradictorio, porque es muy poca cosa y muy precaria. Hay muchas cosas que no me gustan, que he rechazado y rechazo casi cada día. Sin embargo, no me siento solo, creo que hay cineastas en este país, de mi generación, pero también mayores y más jóvenes que me han servido de modelo. Y también me ocurre con directores de Portugal, Argentina, Francia y Corea. Es una especie de hermandad internacional de gente que hace cine de una manera parecida: con criterios basados en la independencia, la coherencia, y la honestidad. Sin estar obsesionados por pertenecer a una industria.

ITSASO: Creo que es muy evidente que lo realmente diferencial de tu cine es la forma de producir. La forma, del estilo y la estética están determinados por tu manera de entender la producción.

¿Y cuál es esa manera de producir? ¿La trabajáis juntos?

JONÁS: Siento que Itsaso ya forma parte de la producción desde el principio. Producir una peli no es solo hacer números y presupuesto, sino el diseño. Ella es la cómplice primera a muchísimos niveles, igual que lo es Laura Renau, que firma el vestuario y el grafismo; o Miguel Ángel Rebollo, que hace lo propio con el arte. Por no citar a Javi Lafuente, que es mi socio en la productora Los Ilusos y vela para que salgan bien las cuentas. Todos me ayudan a concebir la película, algo que implica un montón de cosas que a mí me interesan mucho. No soy como como esos otros directores que están pendientes solo de que les pongan los medios para dirigir sus obras de arte. También es cierto que tenemos una escala muy pequeña, en la que todo el mundo participa y se entera un poco de todo.

ITSASO: Jonás ha sido capaz de reunir a un tipo de personas que sintonizamos con esa filosofía de la creación, pero también de la economía o la ecología, y de la que surge una política emocional. No somos un equipo especialmente jerárquico. Somos unas personas a las que ha ido entrenando durante estos años para entenderlo bien, el tipo de películas que hacemos y cómo las hacemos.

La lente busca a Itsaso

¿Has dicho ecología?

JONÁS: Es interesante lo de la ecología, porque ahora está muy de moda, pero nosotros llevamos pensándolo mucho tiempo.

ITSASO: Ecología en un sentido muy amplio de la palabra.

JONÁS: Exacto. Viene de la época en la que estaba implicado en la Unión de Cineastas. Intentábamos pensar el cine en términos de sostenibilidad y de proporcionalidad, casi como de ecosistema. Nos gustaba pensar qué queríamos que fuera la industria audiovisual española. A mí me gustaría que hubiera de todo, que una cosa no machacara a la otra y hubiera todo tipo de películas y de formas de entender el cine. No percibo que en España haya una reflexión de este tipo. Ahora, por ejemplo, no paran de preguntarme si, como me va a mejor, voy a hacer películas más grandes, que si Volveréis es un punto de inflexión para ser más ambicioso y tal. Y yo contesto, ¿por qué?

ITSASO: Hay un modelo más americano, más aspiracional, del más es más. Parece que si haces películas pequeñas es porque no puedes hacerlas más grandes.

Itsaso, tú debutaste el año pasado como directora con Las chicas están bien. ¿Aplicaste esta misma filosofía?

ITSASO: Sí, evidentemente mi escuela han sido Los Ilusos. Aprendí cómo se pueden rodar estas películas y me imaginé como directora. No sé cómo lo hubiera hecho en un sistema más industrial o convencional. Sentí que esa filosofía me apelaba y no era tan diferente a lo que hacía como dramaturga o directora de teatro: un cine humanista, posibilista y no grandilocuente. Sentí que, si me daban unos pocos medios y días con unas personas determinadas, podía ser directora. Pero creo que la forma y el contenido de la película están atravesados por una mirada más personal e independiente a la de Los Ilusos.

Vito e Itsaso en una escena de Volveréis

Me da la impresión de que el naturalismo que consigue Jonás en vuestras interpretaciones tiene que ser dificilísimo de conseguir. ¿Repetís mucho?

JONÁS: Me gusta que hablemos de la interpretación, porque es verdad que se comenta poco. Creo que los actores están tan bien que no se nota. Buscamos esa sensación de dirigir menos, de conseguir un estilo menos vistoso, menos espectacular. No es lo habitual. Tampoco es exactamente un código naturalista. Trabajamos siempre desde la sofisticación, con algo muy cotidiano y cercano.

ITSASO: Es uno de los comentarios que se repiten mucho con las pelis de Jonás: parece que no hay cámara, que no hay guion, que no actuamos. Y te aseguro que es muy complicado; ¡pero mucho, mucho! Siempre recordaré el rodaje con Irene Escolar en Tenéis que venir a verla [2022]. Ella, que es una gran actriz, que trabaja maravillosamente bien, no daba crédito a lo difícil que era lo que hacíamos. Los planos son muy largos. Tienes que estar escribiendo mientras está ocurriendo el plano, con un espacio de creatividad enorme. Para algunos actores es difícil esa sensación abismal de solo saber cuándo empieza el plano y no cómo va a acabar.

Madrid vuelve a ser una gran protagonista de Volveréis. Existe un Madrid de Jonás, completamente reconocible.

JONÁS:Me da vergüenza y pudor que digas eso, porque creo que solo he retratado tres o cuatro calles y poco más. También tiene que ver con algo económico. Antes hablábamos del reciclaje, de acabar rodando en sitios cercanos y que te son más fáciles. Veo a otros cineastas y me digo, qué maravilla que vayan a la aventura, a lo desconocido, pero es que yo no soy así y no me sale hacerlo.

ITSASO: También es cierto que tus pelis tienen que ver con aventuras hacia dentro. Como dicen tus amigos, son de acción mental. En realidad, vuelves constantemente sobre los mismos motivos, las mismas caras, las mismas calles y, a veces, los mismos músicos. Hay algo ahí que te ayuda a profundizar en tu arte. Es verdad que tienes una mirada sobre la ciudad y unos gustos muy particulares que pones en valor.

JONÁS: Es una mirada muy idealizada, porque peli a peli ves cómo cambia tu entorno y decides quedarte con lo que te gusta. Siempre tienes una pelea con el sitio en el que vives. Pienso que a veces es útil mostrar lo bello para generar deseo de conservación, por ejemplo.

El elefante en la habitación: ¿por qué creéis que vuestro trabajo tiene más repercusión en Francia que en España?

JONÁS: No me gustaría fomentar esa idea tan española de que nos prefieren fuera. Simplemente, una distribuidora francesa compró La virgen de agosto porque le gustó, luego la distribuyó modestamente, pero le fue bien… y generamos una amistad. A partir de ahí, nuestras películas van encontrando su público y su repercusión en Francia. En el fondo pienso que tenemos mucha suerte. Nunca me he sentido minusvalorado en España. El espacio que nos dan en los medios cada vez que hacemos una película me parece más que suficiente, e incluso exagerado.

ITSASO: Yo sí que percibo que las películas de Jonás se ven fuera sin tanto prejuicio, de forma más clara. Quizás aquí se ven a través de toda su herencia, su familia, y su entorno, con unas ideas muy, muy preconcebidas. Fuera hay una mirada un poquito más limpia y desprejuiciada.

Jonás Trueba y Volveréis, en tu cine el 30 de agosto​​​​​​​