“Mi música no responde a ninguna etiqueta que no sea la de mi nombre”

MARÍA JOSÉ LLERGO

(Pozoblanco, 1994)

Nació en la localidad cordobesa de Pozoblanco, pero ha vivido en Barcelona y, ahora, en Madrid. Emergió prácticamente de la nada, en 2017, con “Niña de las dunas”, cuyo vídeo enseguida se hizo viral. Luego ha venido entregando canciones nuevas, que ha alternado con colaboraciones con artistas de diversos géneros: del cantautor indie Ricardo Vicente al productor electrónico $kyhook o el joven músico urbano Juancho Marqués.


“Mi música es un reflejo de lo que soy”, dice ella; “una forma de compartir mi visión del mundo por medio del sonido y la poesía. Mi música suena a Andalucía porque soy andaluza, suena a mi gente porque soy de ellos y es una forma de entregarme al mundo de la forma más honesta que puedo: siendo yo misma. Por eso mis letras, mi música, no responden a ninguna etiqueta que no sea la de mi nombre”.


Su esperado debut en formato de álbum, Sanación, llegó en 2020, y detrás una nueva retahíla de singles, colaboraciones con Califato ¾ y Nita (Fuel Fandango) y hasta una versión de “Pena, penita, pena” en Por siempre (2020), el disco de homenaje a Lola Flores.


Llergo lo tiene claro: “El flamenco es la base, la cuna, es poesía… Es la música clásica de mi tierra, Andalucía. Es el cante de mi gente, la historia de mi tierra hecha cante. Una fuente inagotable de inspiración y de sabiduría de la que siempre necesito beber. Por eso el flamenco es verdad; una verdad que perdura y perdurará siempre”.


La autora siente esta música siempre presente, como un elemento inevitable y transversal: “Escucho flamenco cada día. No concibo enamorarme sin el “Ay ay ay” de Lole y Manuel, ni que amanezca sin su “Nuevo día”, ni un temporal sin “Como el agua” de Camarón, ni el mundo de los sueños sin la psicodelia del Omega de mi Enrique Morente, ni pasear por la judería de Córdoba sin escuchar a mi Pastora Pavón, o pasar un duelo sin el reniego de Tomás Pavón. Para mí está tan vivo y presente como siempre. Además, somos muchos los jóvenes que nos nutrimos de él”.


María José está orgullosa de temas como “‘Tu piel” y “La luz”. Y es para estarlo, porque han abierto otra ventana al género. Ahora trabaja en nuevas composiciones y grabaciones. Promete que “irán saliendo poco a poco. De momento estoy terminando mi primera gira nacional y disfrutándola a tope”.

 “Me gusta formar parte de este momento musical y generacional. Lo percibo muy vivo”

ROCÍO MÁRQUEZ 

(Huelva, 1985)

A los 9 años, Rocío Márquez comenzó a asistir a clases en la Peña Flamenca de Huelva, su ciudad natal. A los 23 años, ganó la Lámpara Minera y cinco premios en el Festival del Cante de las Minas de La Unión. Posteriormente, se doctoraría cum laude por la Universidad de Sevilla por su tesis sobre la técnica vocal en el flamenco y ha sido la primera española en obtener el premio al Mejor Álbum de Música del Mundo en los prestigiosos Victoires du Jazz, en Francia. Su crecimiento musical hacia el diálogo con todo tipo de géneros se puede advertir en la evolución de una discografía que comenzó, todavía muy enraizada en el flamenco puro, con Aquí y ahora (2009) y Claridad (2012).


“A lo largo de mi carrera he ido fluctuando en mi relación con esa tradición, con el canon”, explica la artista, "pero en todos mis proyectos, sea con la música barroca, con la clásica, con el indie, el jazz, el contemporáneo, la electrónica, el folclore o la canción de autor, esa raíz flamenca se mantiene como referente, como guía que orienta y da sentido a mis exploraciones. Para mí el flamenco es un gran misterio y, al tiempo, donde me siento en casa”.


A partir de El niño (2014), en expresión de ella, “empecé a permitirme”. Luego llegaron Firmamento (2017), Diálogos de nuevos y viejos sones (2018), Visto en El Jueves (2019) y Omnia Vincit Amor (2020). También hay que destacar su versátil currículo de colaboraciones, en el que figuran trabajos con artistas tan dispares como Jorge Drexler, Fahmi Alqhai, Albert Pla, Christina Rosenvinge, Los Hermanos Cubero o el productor electrónico Bronquio, con quien precisamente está preparando su nuevo trabajo, que verá la luz en 2022. Para la próxima primavera, además, protagonizará una ópera en Francia.


“Me gusta formar parte de este momento musical, generacional. Lo percibo muy vivo, con una rica variedad de propuestas”, afirma esta artista, que lo mismo ha actuado en tablaos, espacios y festivales dedicados al flamenco más puro como en el interior de una mina durante una huelga en León, en el Teatro Real de Madrid, en el CCCB de Barcelona o en eventos tomados por el público más indie, como Primavera Sound o Monkey Week. “Le veo sentido a que la línea tradicional siga renovándose con artistas jóvenes y me entusiasma que muchos de ellos se estén atreviendo a explorar otros territorios en las fronteras de lo flamenco”, expone. Para Rocío Márquez, su música es “el reflejo de lo que voy transitando en cada momento, lo que necesito para sentirme viva. Trato de ser honesta, abordar aquello que resuena en mí, que me despierta interés genuino y me apetece compartir para así conectarme al público a través de un canal tan sutil como poderoso.”

 “Soy cantaor flamenco, pero recubro el cante con el sonido norteamericano que me llega desde chico”

CRISTIAN DE MORET 

(Huelva, 1988)

Aunque sus primeros pinitos los hizo en su Huelva natal, Cristian de Moret también se forjó como músico en Córdoba, donde estudió en el Conservatorio, y en Sevilla, donde reside desde hace siete años. Comenzó como multiinstrumentista (toca guitarra, bajo y piano) al servicio de músicos tan dispares como Carmen Linares, Jorge Pardo, Pedro El Granaíno y Rosario La Tremendita, hasta que, en 2021, debutó en solitario con el álbum Supernova, al que siguió un single en colaboración con Rocío Márquez, “Naranjo en flor”.


Desde su mismo título, el larga duración de esta alma libre de la fusión demuestra una voluntad por salirse de la ortodoxia. “Yo digo que soy cantaor de flamenco, que es básicamente lo que he hecho siempre", explica él, "pero me gusta recubrir determinados cantes con un sonido norteamericano que me llega desde chico: el del blues, el rock, el funk. Así, hasta ir encontrando mi propio sonido”. En el espíritu de este trabajo se pueden percibir el rastro y la enseñanza de grupos icónicos, como Pata Negra. Dice el autor: “En el disco hay dos temas muy flamencos, “El pañuelo” y “Eclipse lunar”; pero hay otros, como “Dos pájaros” o “Meteoro”, con un puntito más ácido y con guitarra eléctrica”.


Cristian de Moret revela que ya está preparando su segundo álbum. “Ojalá pueda salir antes de final de año. Va a haber diferentes colores, pero bien contrastados, con cosas tradicionales, agresivas y otras que son una fusión medianamente equilibrada de flamenco, blues y jazz”. Al preguntarle sobre el estado actual de salud del flamenco, él responde que “está en su mejor momento porque, evidentemente, lo que le hacía falta era encontrar un lugar internacional que ha conseguido gracias a los grandes genios. Creo que también goza de gran salud pública, administrativa… ¿Que podría ser mejor? Claro, siempre puede serlo, pero la verdad es que el flamenco viene de pasar muchas más fatigas de las que se encuentra ahora mismo”.


No obstante, muestra su preocupación ante el impacto causado por la crisis sanitaria de los dos últimos años. “Yo vengo de trabajar en los tablaos. En Sevilla había mucho, mucho trabajo, todos mis compañeros vivían bien, y ahora no se puede porque no hay flujo turístico”, apunta, y expone la necesidad de “abrir las puertas a la gente joven. Igual nosotros no nos podemos comparar a los que estaban antes, como Camarón o Paco de Lucía, pero igual que ellos no se compararían a la Niña de los Peines o Manolo Caracol”.

  “Hago un viaje al flamenco más tradicional desde un sonido sintetizado, con las palabras de poetas hirientes”

ÁLVARO ROMERO 

(El Puerto de Santa María, 1983)

Cantaor de formación clásica afincado en Sevilla, Álvaro Romero optó por transformar la flamencura en lo que algunos han bautizado como flamenqueer, con una propuesta siempre muy ligada al activismo de identidad de género pero también en otros frentes. Atesora un vasto currículo como cantaor acompañante de grandes figuras del baile, pero también interviniendo en obras conceptuales sobre la felicidad o sobre el artista Val del Omar. En el escenario, junto a la enorme Angélica Liddell, ha cantado saetas de varios estilos. Sin embargo, lo que le ha otorgado mayor popularidad es el singular proyecto RomeroMartín, compartido con el productor malagueño Toni Martín. El dúo publicó su primer álbum, Manifiesto, en 2020. “Se trata de un viaje al flamenco más tradicional desde un sonido sintetizado, pasando por las palabras de poetas hirientes y desgarradores como Pedro Lemebel, Braulio Ortiz o Joan Viladomat”, explica el cantaor, quien propone “poner en común y contribuir a diseminar voces diversas que hablan desde el alma, y que cuando el público lo escuche no se evada de sus problemas, sino que se confronte con ellos”.


Se trata de una propuesta arriesgada, osada, que él percibe como algo más natural. “En realidad, todo es una relación constante de cosas. Llegas un día a casa de tu colega, te pone una atmósfera con un bajo, un acompañamiento con un sinte, un ritmo a 6/8 y te tiras una letra sobre eso. Igual cambias la melodía porque te va mejor, igual la dejas como está, vamos improvisando y ya en la escucha posterior decides lo que te va moviendo. El flamenco para mí es una disciplina musical en la que, una vez aprendidos ciertos códigos, los uso como un elemento más a la hora de hacer arte”, expone. Y considera que esta lectura suya se está generalizando. “Cada vez hay más artistas que se interesan por otras manifestaciones más allá del flamenco, y artistas de fuera de la escena flamenca que se interesan más por el lenguaje flamenco. Eso crea diálogo y extensión. Se tejen cosas. Se deconstruye y se crean nuevos espacios”.


Artista hiperactivo, Romero nos cuenta que ahora mismo sigue inmerso en el proceso de un nuevo trabajo discográfico que seguramente publicará el próximo año, “con sonido electrónico y con una puesta en escena más elaborada. A la vez, estoy muy ilusionado realizando uno de los trabajos más bonitos que me han propuesto en mi vida: una colaboración junto a otros artistas en el Museo de Arte Contemporáneo de Valencia (IVAM) a través de la obra del artista performancero Miguel Benlloch. Verá la luz a principios de noviembre”.

“Aunque mi imagen y mi música parezcan otra cosa, soy flamenca al cien por cien”

ROSARIO LA TREMENDITA  

(Sevilla, 1984)

“Mi música es flamenca como yo, que soy flamenca al cien por cien. Nací y crecí en una casa flamenca, mi barrio es flamenco, por lo que no concibo hacer algo que no sea flamenco. Aunque, a priori, mi imagen y los sonidos de mi música parezcan otra cosa, se pueden reconocer los diferentes palos en cada una de mis canciones”. Rosario Guerrero comienza haciendo honor a su apellido a la hora de definirse, quizá porque, como dijo en su intervención en el primer capítulo del espacio televisivo Un país para escucharlo (La2), prefiere llevar un piercing, una chupa de cuero, una cabellera medio rapada y unas zapatillas deportivas que una flor en el pelo, un traje de faralaes y unos zapatos de tacón. Pero a esta artista la delata especialmente su apodo. A Rosario le dicen La Tremendita porque su padre era el cantaor José El Tremendo. Proviene de una estirpe gitana y trianera muy artística: es también nieta de la saetera La Gandinga de Triana y bisnieta de Enriqueta La Pescaera, a quien dedicó un tema en A tiempo (2010), su debut discográfico.


“En mi música proyecto mis emociones y mi forma de ver el flamenco, como hicieron antes otros y otras compañeros y compañeras de profesión. Somos hijos e hijas de nuestro tiempo, y eso es innegable”, afirma esta artista polivalente. No solo es cantaora, sino también compositora, productora, letrista y multiinstrumentista (toca bajo eléctrico, guitarra y percusión). Desde muy niña se inició en el mundo de las peñas y a los 9 años ya estaba actuando en solitario, ganando concursos de cante y colaborando con diferentes artistas, pero se fue alejando de la ortodoxia a medida que avanzaba su discografía. Tras el debut mencionado, llegaron Fatum (2013), Quasida (2015, en directo junto al cantante iraní Mohamed Motamedi) y Delirium Tremens (2018), recibido con excelentes críticas y una nominación a los Grammy Latinos.


En 2021 participó en Flamonkey, una jornada dedicada al neoflamenco, con el apoyo de la Fundación SGAE, en el festival Monkey Weekend (El Puerto de Santa María). Allí estaban también Cristian de Moret y RomeroMartín. Ahora, La Tremendita prepara la edición de su quinto largo, Tremenda, cuya colisión con la música electrónica contemporánea se puede vislumbrar en sus temas de adelanto, “Mi voz” y “Dime”. “Saldrá en otoño", anuncia ella,  "y ahí muestro la etapa en la que me encuentro actualmente, experimentando sin ninguna otra pretensión que la de seguir mostrando mi visión personal del flamenco”.

 “Me gusta bucear en el pasado para emerger a la superficie con un trabajo totalmente contemporáneo”

DAVID LAGOS  

 (Jerez de la Frontera, 1973)

En 2014, David Lagos ganó la Lámpara Minera y otros cuatro premios en el Festival del Cante de las Minas de La Unión, pero entonces ya llevaba 20 años de carrera profesional. Empezó a despuntar acompañando a bailaores como Israel Galván (y cantando en euskera por Mikel Laboa en el Guggenheim de Bilbao), Eva Yerbabuena, Cristina Hoyos, Joaquín Grilo o Belén Maya. También ha producido a Vicente Soto “Sordera” y ha grabado tres discos en solitario.


“Yo me he dedicado siempre al flamenco, primero desde una perspectiva muy tradicional, basada en el respeto y conocimiento del género”, apunta él. “Si no hay cimientos, no se sostiene ningún discurso. De ahí que, antes de plantear tu propia visión, sea necesario un profundo conocimiento de la base y el legado que nos dejaron nuestros mayores”, sostiene. “Poco a poco he ido aportando mi visión personal, que es totalmente actual. No en vano, mi último trabajo se llama Hodierno, que significa algo así como relativo al tiempo presente. Me gusta bucear en el pasado para emerger a la superficie con un trabajo totalmente contemporáneo”.


El espejo en que me miro (2009), Mi retoque al cante jerezano (2014) y el citado Hodierno (2019) son los discos que, hasta el momento, ha publicado este músico. Para la recreación escénica de su repertorio más reciente ha creado, junto al coreógrafo y bailarín David Coria, el espectáculo ¡Fandango!, que se sigue representando estos días. La pareja tiene ya en preparación un nuevo montaje, que se estrenará en 2022 en el Teatro Chaillot de París, y también se espera un cuarto álbum a finales de este mismo año.


Sobre el estado actual de la escena, Lagos se muestra algo más crítico que sus compañeros. “Actualmente, el flamenco pasa por una etapa un poco ambigua”, sostiene. “Por un lado, los medios de los que disponemos hacen que haya un conocimiento como nunca antes. Pero, por otro, se tiende a la homogeneización y se pierden la frescura y la personalidad de las que el flamenco no debe prescindir. Hemos pasado de una transmisión oral donde cada familia, o cada intérprete, aportaba su pellizquito de sal, a una etapa en la que todo se ha globalizado y cada vez cuesta más encontrar algo genuino, auténtico. Al fin y al cabo, el arte siempre fue un reflejo del contexto que le toca vivir y creo que internet, las redes sociales… Todo esto que estamos viviendo es un arma de doble filo que tendremos que aprender a gestionar para no caer en la copia y en la mediocridad”.


A Lagos le gusta recordar que el flamenco “es un género musical que a lo largo de los siglos se ha ido gestando hasta llegar a convertirse en el vehículo de expresión del pueblo. Yo diría que es la banda sonora de nuestro país”.

Firma invitada

David Saavedra, el autor de este reportaje, es periodista especializado en música. Lleva 20 años colaborando en “Rockdelux” y, actualmente, también lo hace en la revista “Icon” de “El País”. Coguionista del programa Un país para escucharlo (La2), participó también en los libros colectivos Teen Spirit. De viaje por el pop independiente (2004) y 201 discos para engancharse al pop-rock español (2006), además de escribir en decenas de publicaciones y webs especializadas y en las secciones de cultura de “Diario 16” y “La Luna/ Metrópoli” (“El Mundo”).

Lista de escucha

Selección musical de Emilio R. Cascajosa

Fotografías

María José Llergo por Lof It Music (portada) y Fabián D’Angelo (columna)

Rocío Márquez por Alejandro Cayetano

Cristian de Moret por Spyro Music

Álvaro Romero por Mauri Buhigas (portada) y Félix Medina Torrejón (columna)

Rosario La Tremendita por María Agar Martínez (portada) y Remedios Malvárez (columna)

David Lagos por Paco Lobato

Enlaces

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FLAMENCOEÑE 2021

La Fundación SGAE organiza este año la sexta edición de FlamencoEñe, actividad que tiene como objetivo la internacionalización del flamenco. Gracias a un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Murcia, la muestra se celebrará en esta ciudad del 2 al 4 de diciembre. Allí se producirán encuentros e intercambios de experiencias y conocimiento entre autores, artistas, mánagers, programadores, directores de festivales, discográficas y otros agentes del sector llegados de España y del resto del mundo.

©Francisco Javier Monedero/Fundación SGAE